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Optimismo de Alibaba seduce a difícil público estadounidense

El fundador de Alibaba cree que el comercio global podría crear un futuro brillante

Por: Gillian Tett | Publicado: Lunes 15 de junio de 2015 a las 04:00 hrs.
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Esta semana representó un hito espectacular en la larga danza comercial entre China y EEUU. Jack Ma, fundador de Alibaba, el grupo de comercio electrónico, se dirigió al Club Económico de Nueva York y usó la ocasión para revelar que su compañía se está expandiendo tan rápidamente que "este año posiblemente Alibaba será más grande que Walmart".

El público estadounidense no retrocedió con horror, como se podría esperar. Por el contrario, aclamaron su discurso como fuente de inspiración. ¿La razón de esto? Conforme Ma describía sus entusiastas ambiciones para Alibaba, también mostraba un sueño sorprendentemente carismático acerca de cómo el comercio global podría crear un futuro brillante para todos, incluyendo para los estadounidenses. "En 10 años habrá 500 millones de personas de clase media en China", observó. "Estarán hambrientas de mercancía estadounidense – vamos a ayudar a los pequeños negocios estadounidenses a ir a China y vender".

Como muestra de relaciones públicas, fue genial. Después de todo, Ma quiere convencer a tanta gente como sea posible de utilizar su plataforma para el comercio y espera que dentro de unos años Alibaba generará el 40 por ciento de sus ingresos en el extranjero, en comparación con sólo el 2 por ciento actualmente.

Lo más llamativo del discurso de Ma es que fue tan descaradamente optimista sobre el futuro del comercio – y eso mostró cuán defensivo y negativo tiende a ser en Washington el tono sobre el comercio. Si Barack Obama quiere persuadir a los votantes acerca de los méritos de acoger el comercio en los próximos meses – en relación con el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) o cualquier otra cosa – bien podría pedir prestada una hoja del libro de Ma.

Hay al menos tres puntos a considerar. En primer lugar, para venderle la idea del comercio a un público estadounidense, es necesario hablar de la clase media global. Los consultores Ernst & Young estiman que hay más de 500 millones de consumidores de clase media en los mercados emergentes y se espera que el número crezca en otros 3 mil millones en las próximas dos décadas. El grupo de estudio de la Institución Brookings estima que los estadounidenses representarán el 6 por ciento de los consumidores de clase media del mundo en 2050, frente al 18 por ciento actualmente. Además de esto, aunque los mercados emergentes presentaron un choque de oferta en las dos últimas décadas (al competir con Occidente como fuente de producción industrial), ahora podrían brindar un choque de demanda (potencialmente al comprar productos estadounidenses).

El segundo punto es que el comercio no se trata sólo de "widgets". Alibaba lo sabe, ya que se ocupa tanto de los servicios como de los bienes. Pero cuando Obama y otros estadounidenses han intentado "vender" acuerdos como el TPP, a menudo se han enfocado en los productos industriales. Esto le da a la retórica un tono retrógrado, dado el papel decreciente de los empleos en el sector manufacturero. Como señala un informe de la Casa Blanca, EEUU ya es el mayor exportador de servicios del mundo. Estas exportaciones han aumentado siete veces en los últimos 34 años y es probable que el aumento continúe (aunque la mayoría de los votantes saben poco al respecto).

La tercera lección de Ma es que es importante hablar de los pequeños negocios. Aunque éstos actualmente no representan la mayor parte del sector exportador (un documento de Brookings recientemente señaló que las compañías medianas representan sólo el 11 por ciento de las ventas de exportación y que alrededor del 60 por ciento de las compañías medianas estadounidenses no exportan en lo absoluto), existe la posibilidad de un crecimiento considerable si fuera más fácil para las compañías vender en el extranjero. De ahí el atractivo del discurso de Ma: cuando habla acerca de un futuro en el que los empresarios estadounidenses de todo tipo (incluidos los agricultores) pueden aprovechar el sueño comercial, a través del ciberespacio, tiene un fuerte impacto retórico.

Esta visión tiene muchos problemas. Por una parte, Washington está siempre discutiendo sobre cuestiones que Ma apenas mencionó, como las leyes de propiedad intelectual, los derechos laborales y la manipulación de la moneda. Por otra parte, estos nuevos acuerdos comerciales aún no se han aprobado. Incluso si se aprueba el TPP a finales de este año, China no es una de las 12 naciones que participarán. Los obstáculos comerciales siguen siendo extensos.

Incluso con esas salvedades, el punto clave es que un empresario multimillonario chino se paró en Nueva York y sonó más estadounidense que muchos modernos líderes estadounidenses en cuanto a su optimismo – y en cuanto a la posibilidad de que el comercio sea una fuerza positiva. Es una señal sorprendente de cómo la geopolítica se reestructura día a día, incluso mientras Washington continúa enredándose en el debate sobre el comercio.

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