Plan de compras de Bright Foods apunta a marcas top
La empresa china busca viñas para comprar en Chile
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Por Louise Lucas y Patti Waldmeir
Bright Foods, una de las empresas chinas más agresivas en sus compras fuera de China, es una firma que los asesores foráneos aman y odian al mismo tiempo.
Les encantan sus bolsillos profundos – pero rechazan su costumbre de abandonar la mesa en el último minuto.
En declaraciones en la casa matriz de la compañía, llena de antigüedades al final de una calle estrecha en el elitista distrito de la Concesión Francesa de Shanghai, Wang Zongnan, presidente de Brigh Food, fue muy claro sobre el compromiso de la empresa estatal con una ola de compras en el extranjero que ya ha apuntado a algunas de las marcas de alimentos más famosas del mundo.
Yoplait está en su mira; Bright está en la lista corta para el 50% de participación en el fabricante de yogur francés que PAI, la firma francesa de capital privado, tiene en venta.
Pero operaciones para comprar azúcar australiana, galletas británicas y vitaminas estadounidenses se han caído en el último año. Bright perdió o se alejó de ofertas para adquirir Sucrogen, la unidad de azúcar y biocombustibles de la australiana CSR, United Biscuits del Reino Unido y GNC, el minorista estadounidense de vitaminas.
Según un banquero: “No ayuda que lleguen hasta el último minuto y entonces se paren de la mesa”.
A pesar de estos reveses recientes, Wang trazó ambiciosos planes de expansión diseñados para hacer global el grupo de Shangai. Planea comprar productores de vino y está evaluando objetivos en Francia, Australia, Chile, EE.UU. e Italia, dijo.
En su agenda también están azúcar, productos lácteos, vinos, bocadillos, y cadenas mayoristas y minoristas, además de empresas agrícolas modernas. “Los planes de adquisición serán en estas áreas de negocio”, dice.
Como Geely, el fabricante de automóviles chino que hizo una de las pocas adquisiciones chinas de una marca extranjera conocida en el extranjero el año pasado cuando compró Volvo, Wang admite sin inconvenientes que su compañía no tiene la experiencia para gestionar empresas extranjeras por sí sola.
Él planea mantener los equipos de gestión local, tal como ha hecho Geely. Sin embargo Geely es privado - y eso, dicen los analistas, hace que sea más ágil que los grupos de propiedad estatal que están cargados con más burocracia y líneas de mando.
No resulta extraño que Wang niegue que tener al gobierno de Shanghai como principal accionista hace a Bright menos ágil que sus competidores privados.
“Cuando se trata de decisiones diarias, como adquisiciones, nos dejan decidir por nosotros mismos”, dijo al Financial Times en una entrevista. Hizo hincapié en que se pide al gobierno aprobar las compras sólo después de que el directorio de Bright Foods ha decidido proceder.
Pero Shaun Rein, de China Market Research en Shanghai, dice que el papel del gobierno como accionista ha frenado la capacidad de Bright para innovar, y sus perspectivas como nuevo propietario de empresas como Yoplait.
“Los ejecutivos de edad de muchas empresas antiguas, de propiedad estatal, están más preocupados por escalar en las filas políticas que de conseguir utilidades”, dice.
Wang evita establecer los criterios de inversión. En cambio, su enfoque parece estar en aumentar los ingresos mediante la introducción de todo, desde vino italiano hasta yogur francés al país más poblado del mundo.
Los banqueros, desde Londres a Nueva York - a través de Hong Kong - pueden estar de acuerdo. Ser capaz de traer a la mesa una empresa con mucho dinero y una actitud indiferente a los retornos sobre la inversión es una perspectiva demasiado dulce como para desestimarla a la ligera.
Información adicional de Shirley Chen.