La startup Chai Discovery, respaldada por OpenAI, recaudó US$ 70 millones, lo que valoriza al grupo en aproximadamente US$ 550 millones, en medio del entusiasmo de los inversionistas por el potencial de la inteligencia artificial (IA) para acelerar el descubrimiento de medicamentos y combatir enfermedades.
La empresa, que tiene dos años de existencia, atrajo inversiones de grupos como Menlo Ventures, DST Global Partners de Yuri Milner y Yosemite, un fondo de inversión enfocado en oncología fundado por Reed Jobs, hijo del fundador de Apple, Steve Jobs.
Los inversionistas actuales, Thrive Capital y OpenAI, también participaron en la ronda de financiamiento, que valora a Chai en alrededor de US$ 550 millones, incluyendo el nuevo capital, según una persona familiarizada con los términos del acuerdo.
Chai busca competir con rivales más consolidados como Isomorphic Labs, la startup de descubrimiento de fármacos surgida de la unidad de IA de Google DeepMind. Isomorphic, cuyo director ejecutivo es el ganador del Premio Nobel Sir Demis Hassabis, recaudó US $600 millones en marzo.
Modelo
Chai ha desarrollado un modelo de IA que, según sus fundadores, puede transformar el proceso de diseño de moléculas que se unen a proteínas e influyen en su función. La empresa apunta a facilitar la creación de anticuerpos de novo y, en última instancia, medicamentos.
“Tenemos el potencial de avanzar mucho más rápido, generar más medicamentos y mejores medicamentos”, afirmó Joshua Meier, director ejecutivo y cofundador de la compañía. La IA ha abierto un camino para abordar objetivos previamente “intratables”, añadió.
La startup planea comercializar su nuevo modelo asociándose con varias compañías farmacéuticas.
Pero aunque el dinero está fluyendo hacia startups del sector con la esperanza de transformar el largo proceso de descubrimiento de nuevos medicamentos, los resultados aún no se concretan. Muchos fármacos han sido descubiertos mediante IA en ensayos clínicos tempranos, pero hasta ahora ninguno ha sido aprobado.
Meier reconoce que “ha habido muchos falsos comienzos” en cuanto a avances prometedores en biotecnología, pero señaló que los progresos en IA han creado una base más sólida para la innovación.
El último modelo de Chai, Chai-2, genera diseños novedosos de anticuerpos para atacar proteínas específicas que causan enfermedades. Se encargó al modelo diseñar anticuerpos para aproximadamente 50 proteínas, y alrededor de una sexta parte de ellos lograron unirse a sus proteínas objetivo. Según Chai, eso se compara con una tasa de éxito habitual de uno en mil.
La empresa también incorporará a su directorio al exdirector científico de Pfizer, Mikael Dolsten.
Según Greg Yap, socio de Menlo Ventures, Chai reúne “lo mejor del talento profundo en IA con experiencia real en biología”. Menlo lideró la ronda de financiamiento a través de su vehículo de coinversión junto con la startup de IA Anthropic.
El mejor rendimiento se debe tanto a los avances en IA como al desarrollo por parte de Chai de datos, algoritmos y modelos propios, según el cofundador Jack Dent.
El proceso tradicional de descubrimiento de medicamentos ha implicado prueba y error, un proceso que Dent compara con probar un millón de llaves diferentes para ver cuál encaja en una cerradura.
Él afirma que Chai puede revertir ese proceso. “En un mundo con un millón de llaves, la gente no diseñaba intencionalmente las llaves. Con nuestras proteínas, decimos: ‘aquí está el objetivo, diseña algo que encaje’”, explicó.
“Uno de los mercados más grandes del mundo, la biofarmacéutica, está a punto de que un tren de carga lo atraviese, pasando de lo analógico a lo digital”, añadió Dent.