G. Li y H. Ko en Hong Kong y E. White en Shanghái
La guerra de precios de las automotrices chinas está poniendo a prueba el balance general de la industria, según revela un análisis de Financial Times, ya que Beijing exige más medidas para proteger a los proveedores en el mayor mercado automotor del mundo.
Los pasivos corrientes superaron a los activos corrientes en más de un tercio de las automotrices que cotizan en bolsa a finales del año pasado, según cálculos de FT basados en sus últimos informes financieros.
El debilitamiento de la liquidez pone de manifiesto cómo las principales automotrices chinas se han visto obligadas a presionar a sus proveedores para mantener el capital circulante y financiar su batalla por la cuota de mercado en medio de fuertes descuentos. BYD, el mayor fabricante de autos eléctricos, es el que se encuentra más en terreno negativo con su capital circulante, seguido de sus rivales Geely, Nio, Seres y las estatales BAIC y JAC.
Mientras que el total de activos corrientes netos de 16 importantes automotrices chinas que cotizan en bolsa cayó a 104.300 millones de yuanes (US$ 14.500 millones) al 31 de diciembre, lo que representa una disminución de 62% con respecto a su máximo de 290.500 millones de yuanes en el primer semestre de 2021.
Yin Xinchi, analista de la industria automotriz en Citic Securities, afirmó que una disminución de los activos corrientes netos indica un aumento en el consumo de efectivo, con riesgos para la liquidez a medida que las cifras se tornan negativas: "Dada la actual tendencia a la baja, se espera que la industria automotriz china entre en una fase de eliminación a nivel de toda la industria a más tardar en 2026 (...) durante el proceso, algunas empresas desaparecerán por crisis de liquidez", advirtió.
Beijing mostró su preocupación por la situación del mercado la semana pasada, en una reunión con las principales automotrices nacionales, funcionarios del gobierno emitieron advertencias verbales sobre los agresivos descuentos y el retraso en los pagos a los proveedores, según dos personas familiarizadas con el asunto. La denominada estrategia "cero kilómetros" de vender autos nuevos con descuento de vehículos usados también fue criticada.
Esta semana, las empresas que asistieron a la reunión, entre ellas BYD, Geely, Xiaomi y las estatales GAC y FAW, se comprometieron a liquidar sus facturas en 60 días con el objetivo de "garantizar la estabilidad de la cadena de suministro". Los analistas de Citi señalaron en un informe que solo un puñado de fabricantes chinos de autos eléctricos (BYD, Li Auto, Xpeng, Leapmotor y Changan) contaban actualmente con suficiente efectivo neto para cubrir la disminución de las reservas de efectivo que se produciría tras la implementación de un ciclo de pago más corto.
Otros analistas han señalado el uso intensivo de capital circulante por parte de BYD en lugar de financiación mediante deuda para impulsar su rápido crecimiento: “Ninguno de los crecimientos recientes de BYD se ha financiado con deuda convencional. En cambio, se ha basado en la financiación del capital circulante”, afirmó Nigel Stevenson, analista de GMT Research, con sede en Hong Kong, quien también se refirió a prácticas de la empresa como retrasar los pagos a proveedores para mantener el flujo de caja, "esto significa que la deuda, tal como se mide normalmente, está subestimada”, añadió.
Para finales de 2024, los activos corrientes de BYD, de 371 mil millones de yuanes, fueron superados por 496 mil millones de yuanes en pasivos corrientes. Esto, amplió el déficit de capital circulante de BYD a 125.400 millones de yuanes, 36 % más que dos años antes, cuando comenzó la guerra de precios, según un estudio de FT.
Sus rivales más pequeños —Geely, Nio, Seres, socio de Huawei en vehículos eléctricos, BAIC y JAC— registraron un déficit total de capital circulante de 17.800 millones de yuanes en comparación.
BYD se vio recientemente presionada para defender sus cifras financieras y prácticas comerciales después de que Wei Jianjun, presidente de su rival Great Wall Motor, solicitara una auditoría exhaustiva de todos las grandes automotrices nacionales: "Existe un Evergrande en el sector automotriz en este momento, simplemente no ha estallado", declaró en referencia a la masiva quiebra del desarrollador inmobiliario de ese nombre.
En respuesta, el director de relaciones públicas de BYD, Li Yunfei, calificó las declaraciones de Wei de "sorprendentes". En una publicación en redes sociales, afirmó que la deuda con intereses de BYD ascendía a 28.600 millones de yuanes en 2024, significativamente inferior a la de competidores como Geely, con 86 mil millones de yuanes, y Volkswagen, con 1 billón (millón de millones) de yuanes.
"Cuanto más crece una empresa y mayores son sus ingresos, mayor es su volumen de compras y colaboración", añadió Li, en respuesta a las críticas sobre los extensos plazos de pago de BYD.
BYD declinó hacer comentarios al ser contactada por Financial Times.
En otra señal de la creciente competencia, los márgenes se están volviendo extremadamente estrechos. En el primer trimestre de 2025, los márgenes de beneficio operativo de las automotrices promediaron 3,9%, una caída de 0,7 puntos porcentuales respecto al año anterior, según datos de la Oficina Nacional de Estadística, aunque los márgenes de BYD han mejorado.
Los beneficios agregados de la industria cayeron 6,2% interanual a 95 mil millones de yuanes, durante el trimestre. La preocupación por un inminente escenario de "crecimiento sin beneficios" ha llevado a las asociaciones y organismos reguladores de la industria a emitir una serie de advertencias sobre el auge de los vehículos eléctricos en China.
“Las guerras de precios están llevando a la industria a un círculo vicioso”, declaró la Asociación China de Fabricantes de Automóviles el mes pasado, al tiempo que pedía a las “empresas líderes” que no monopolizaran el mercado ni socavaran la supervivencia de otros grupos.
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, el principal regulador automotriz del país, declaró en un comunicado que apoyaba a la asociación y que intensificaría sus esfuerzos para evitar una competencia desleal: “Es difícil hacer algo en el mercado nacional”, se quejó un ejecutivo de una automotriz estatal que pidió anonimato. "Todo es ferozmente competitivo, lo que crea un campo de batalla brutal y sangriento”, añadió.
Si bien, los analistas llevan años prediciendo que la competencia feroz conducirá a la consolidación a medida que las empresas con peores resultados sean eliminadas, el proceso se está desarrollando más lentamente de lo esperado. Mientras tanto, el apoyo estatal a la industria se ha mantenido firme, por ejemplo, Nio fue rescatada en 2020 con casi US$ 1.000 millones por inversores estatales de Anhui, en el este de China.