Toronto
Al final, la elección en Canadá fue tanto sobre el hombre en la Casa Blanca como sobre quien sería primer ministro en Ottawa.
El margen fue estrecho, pero el veredicto de los canadienses fue claro. Con los aranceles del Presidente Donald Trump amenazando los cimientos de su economía, los votantes querían que el líder de Canadá fuera el banquero central que navegó la crisis financiera global y el Brexit.
Mark Carney, quien hasta el lunes por la noche ni siquiera era miembro del parlamento, ahora liderará un Gobierno minoritario con un mandato para confrontar a Trump. Ha prometido una “amplia renegociación de nuestra relación de seguridad y comercial” con Estados Unidos, el aliado más cercano y mayor socio comercial de Canadá.
“EEUU quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país. Estas no son amenazas vacías. El presidente Trump está intentando quebrarnos (...) Eso nunca... jamás sucederá”.
“Estamos nuevamente en uno de esos momentos bisagra de la historia”, dijo Carney a sus jubilosos partidarios en un acto de victoria en Ottawa. “Nuestra antigua relación con EEUU, basada en una integración constante, ha terminado”.
La “traición estadounidense” fue una tragedia, dijo Carney, “pero también es nuestra nueva realidad”.“EEUU quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país. Estas no son amenazas vacías”.
Tras casi una década de políticas progresistas de Justin Trudeau, Carney movió al Partido Liberal decididamente hacia el centro, y puso la soberanía canadiense y la oposición a Trump -quien ha amenazado con anexar el país- en el centro de su propuesta a los votantes.
“Victoria de la democracia”
Jean Chrétien, primer ministro liberal de Canadá entre 1993 y 2003, dijo a Financial Times que “fue una elección muy seria y estos temas eran casi existenciales”, agregando que “el señor Carney tiene un mandato claro: los canadienses quieren que enfrente la amenaza que representa el señor Trump”.
El triunfo de Carney resonará mucho más allá de Canadá, especialmente en las capitales occidentales y salas de directorio globales donde el exejecutivo de Goldman Sachs ya es una figura conocida, y ahora se convierte en un líder fuerte entre aquellos dispuestos a enfrentar a Trump.
Sandro Gozi, político italiano que lideró los partidos liberales de Europa en las elecciones de la UE el año pasado, dijo que la victoria de Carney fue “la primera victoria de la democracia contra una acción imperialista y matonesca nueva e inaceptable desde Washington”.“Puede inspirar a otros países”, dijo Gozi. “La victoria de Carney es de suma importancia. No solo para Canadá sino para todos los demócratas alrededor del mundo”.
La campaña de Carney capitalizó una oleada de patriotismo mientras los canadienses rechazaban las burlas y aranceles de Trump, retiraban el vino de Napa Valley de las estanterías de las licorerías y abucheaban el himno nacional estadounidense en los partidos de hockey sobre hielo.
De un total de 343 escaños, los Liberales obtuvieron 168, muy por delante de los 144 que consiguieron los Conservadores, pero insuficientes para alcanzar la mayoría.
Un Gobierno minoritario presentará desafíos para Carney. Su primera prioridad debe ser negociar un acuerdo de votación con un socio como el izquierdista Nuevo Partido Democrático (NDP, su sigla en inglés), que se quedó con siete escaños.
El factor Trump
La presencia latente de Trump en la elección perjudicó al líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, quien había disfrutado de una enorme ventaja en las encuestas hasta comienzos del año y, según CBC, estaba en camino de perder su escaño.}La reversión de la fortuna de Poilievre será observada de cerca por otros partidos de derecha, que podrían ser más cautelosos en asociarse estrechamente con Trump.
Incluso mientras los canadienses acudían a las urnas el lunes, Trump instaba a los votantes a elegir a un líder que hiciera de Canadá el 51º estado de EEUU, como “siempre debió ser”.
Un asesor de Carney dijo que la intervención de Trump fue un “regalo” para el exbanquero central.“Mark Carney y yo estudiamos juntos”, escribió en X el representante de Connecticut en EEUU, Jim Himes, en respuesta al mensaje de Trump. “Si le hubiera dicho a Mark: ‘Algún día Donald Trump será Presidente de EEUU y, él solo, te convertirá en primer ministro de Canadá’, habría llamado a seguridad del campus para que me llevaran a la casa”.
En efecto, la guerra comercial de Trump resultó ser una oportunidad para el exarquero de los equipos de hockey de las universidades de Harvard y Oxford, cuyo desempeño en la campaña fue elogiado por Chrétien: “Se mantuvo tranquilo y en control; para ser un recién llegado, tuvo un desempeño extremadamente bueno”.