Buenos Aires
El Presidente argentino, Javier Milei, ha rechazado los llamados de los inversionistas para que se permita la libre fluctuación del peso, después de que Estados Unidos destinara unos US$ 2 mil millones para apuntalar el peso en el período previo a su victoria en las elecciones de mitad de mandato.
Animado por una victoria inesperadamente contundente sobre la oposición izquierdista peronista, Milei prometió, en una entrevista con Financial Times, acelerar sus reformas de libre mercado y profundizar su alianza con el Presidente Donald Trump.
“Tenemos que asegurarnos… de que podemos acabar con las ideas socialistas que han arruinado este país durante 100 años”, dijo.
“Creo que en 2026 Argentina estará en el mercado (...) Argentina no entrará en default. Nuestro compromiso de pagar nuestra deuda es inquebrantable”.
Milei sugirió que mantendría el peso dentro de bandas cada vez más amplias frente al dólar al menos hasta las elecciones de fines de 2027 para moderar la volatilidad crónica de Argentina, desestimando las críticas de que la política había llevado a la sobrevaloración de la moneda a principios de este año.
“Tenemos un programa y vamos a seguir adelante con él”, declaró Milei. Los bancos de inversión han argumentado que el mandatario debería aprovechar el renovado optimismo del mercado tras las elecciones para liberar el tipo de cambio y reconstituir las reservas.
En una medida sin precedentes en este siglo, el Tesoro de EEUU intervino comprando pesos y anunció una línea de crédito de US$ 20 mil millones ante la corrida cambiaria que amenazaba las perspectivas electorales de Milei. Scott Bessent, secretario del Tesoro, afirmó que haría todo lo necesario para rescatar a un aliado estratégico clave.
“El Tesoro estadounidense intervino oportunamente cuando vio una oportunidad de negocio”, dijo Milei, refiriéndose a la descripción que hizo Bessent del peso en octubre como “infravalorado”. Esto difería de la opinión de muchos economistas locales, quienes sostenían que estaba sobrevalorado.
“¿Qué crees que vale más?”, preguntó Milei. “¿El juicio de un experto que ha tenido mucho éxito y cuenta con el respaldo del Tesoro, como el señor Bessent… o el de un grupo de ineptos locales?”.
El dilema del peso
La presión sobre el tipo de cambio se ha aliviado desde la victoria electoral, ya que el peso se fortaleció desde el límite inferior de su rango objetivo de cotización. El Presidente afirmó que no tiene previsto modificar el diseño de las bandas, cuyos límites superior e inferior se expanden un 1% mensualmente, y señaló que, a ese ritmo, serían “mucho más amplias” dentro de dos años.
“Las bandas están diseñadas para que se abran con el tiempo, y llegará un momento en que serán irrelevantes”, dijo.
Argumentó que un “alza de la demanda de dinero” en los próximos meses, a medida que termine la incertidumbre electoral y la economía cobre impulso, facilitaría a las autoridades la compra de dólares para las reservas del banco central.
Dijo que los inversionistas que abogaban por la libre flotación de la moneda habían sido influenciados por “economistas y consultoras locales, que sistemáticamente se han equivocado”.
Milei afirmó que Bessent ya había reconocido en Buenos Aires en abril -cuando Argentina pasó de un tipo de cambio fijo a uno flotante dentro de bandas- que el Gobierno podría ser objeto de ataques de la oposición antes de las elecciones de medio término y que podría necesitar el apoyo del mercado.
Bessent afirmó el mes pasado que el apoyo a Argentina formaba parte de una nueva “doctrina Monroe económica”, en la que EEUU busca reafirmar su influencia en América Latina y frenar la rápida expansión de China.
“EEUU ha decidido abiertamente liderar la región y lo celebro enormemente”, declaró Milei. “Antes, EEUU se preocupaba por ayudar a quienes no eran aliados, alimentando a sus propios enemigos. Hoy han dado un giro radical, lo cual es fabuloso: apoyo a los aliados y ningún apoyo a quienes no lo son. Me parece brillante”.
Dijo que Trump podía contar con el pleno apoyo de Argentina mientras utilizaba al ejército estadounidense para destruir lanchas rápidas que transportaban drogas en el Caribe y el Pacífico. Milei afirmó estar “totalmente de acuerdo” con la presión ejercida sobre el mandatario venezolano Nicolás Maduro, a quien describió como un “narcodictador”.
Retorno al mercado
El Presidente destacó que el repunte de los activos argentinos tras la victoria de su partido La Libertad Avanza “nos hace ser optimistas” de que Argentina pueda regresar a los mercados de capitales mundiales el próximo año.
“Creo que en 2026 Argentina estará en el mercado. Y la línea de swap (de EEUU) cubrirá la posición de liquidez de Argentina si no puede refinanciar su deuda. Es decir, Argentina no entrará en default. Nuestro compromiso de pagar nuestra deuda es inquebrantable”.
El FMI también apoyó las reformas de Milei con un préstamo de US$ 20 mil millones en abril, lo que eleva el total que el país debe al fondo a US$ 56 mil millones.
Si bien Milei ha logrado controlar la grave inflación que heredó, la economía argentina se ha estancado en los últimos meses.
Los recortes de gasto y los aumentos de las tasas de interés, diseñados para frenar la presión inflacionista, han restringido el acceso al crédito para las empresas y reducido el poder adquisitivo de los consumidores.
Milei afirmó que las reformas laborales y fiscales que planeaba presentar al Congreso este año reactivarían la economía.
“Estamos poniendo en marcha todos los motores del crecimiento”, afirmó, asegurando que mantener un presupuesto equilibrado, reducir los impuestos y desregular la economía podría permitir que el crecimiento aumente del 4% previsto para este año a “entre el 7% y el 10% anual… a partir del próximo año”.
Las reformas
La reforma tributaria busca reducir 20 impuestos y devolver US$ 500 mil millones a los argentinos para 2031, fecha en que finalizaría un hipotético segundo mandato de Milei, declaró el Presidente. Una legislación laboral más flexible permitiría incorporar al sector formal a parte del 42% de los argentinos que trabajan en la economía informal.
Con una motosierra de bronce artesanal hecha especialmente para él sobre su mesa en el palacio presidencial Casa Rosada -que hacía eco de la herramienta que blandió durante la campaña electoral- Milei prometió seguir recortando el Estado argentino, que según dijo representaba el 42% del PIB cuando asumió el cargo.
“Nuestro objetivo es reducir el gasto público al 25% del PIB. Ya hemos recortado 11 puntos porcentuales, y aún nos quedan seis por recortar”, dijo.
Los analistas advierten que para aprobar reformas el partido La Libertad Avanza de Milei -que aún carece de mayoría en el Congreso- necesita forjar alianzas con pequeños partidos de oposición moderados o gobernadores provinciales que controlan bloques de votación legislativos.
Algunos inversionistas mostraron preocupación por la dimisión, el viernes pasado, del jefe de gabinete Guillermo Francos, un veterano operador que era el principal negociador político de Milei. El mandatario ha declarado que las negociaciones estarán ahora lideradas por el recién nombrado ministro del Interior, Diego Santilli, miembro del partido PRO del exPresidente Mauricio Macri, “un hombre de diálogo y consenso”.
Milei afirmó que estaba demostrando su compromiso con la construcción de coaliciones políticas “a través de hechos”, señalando los discursos conciliadores y una reunión con 20 de los 24 gobernadores regionales de Argentina.
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