El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, dimitió menos de un mes después de su nombramiento, lo que provocó una ola de ventas en el mercado ante la preocupación por la disfunción en la segunda mayor economía de la eurozona.
Lecornu, aliado de larga trayectoria del presidente francés Emmanuel Macron, presentó su dimisión el lunes por la mañana, según informó el Palacio del Elíseo, convirtiéndose en el primer ministro con el mandato más breve desde el establecimiento de la Quinta República en 1958.
"No se puede ser primer ministro cuando no se dan las condiciones", declaró en un discurso televisado, acusando a otros partidos del fracturado parlamento francés de no alcanzar acuerdos.
Su dimisión se produjo después de que sus aliados del partido de centroderecha Les Républicains indicaran que podrían retirarse de su gobierno debido al número de ministros que planeaba incluir del partido Renacimiento de Macron.
El Partido Socialista de izquierdas también amenazó con rechazarla a menos que Lecornu suspendiera las emblemáticas reformas de pensiones de Macron. Lecornu fue el tercer primer ministro nombrado por Macron desde las elecciones parlamentarias anticipadas del verano de 2024, una votación que dejó a la asamblea francesa profundamente dividida y ha hecho que gobernar sea casi imposible. Los tres ya han dejado el cargo.
Macron se enfrentará al difícil reto de nombrar a otro primer ministro que probablemente se enfrentará a las mismas dificultades que Lecornu y sus predecesores, o bien convocar nuevas elecciones parlamentarias.
Los mercados franceses cayeron tras la noticia, con el índice bursátil Cac 40 bajando un 1,5%, impulsado por la caída de las acciones bancarias. La caída de los precios de los bonos del Estado elevó el coste de los préstamos a 10 años del país en 0,08 puntos porcentuales, hasta el 3,59%. El euro cayó un 0,7% frente al dólar.
“La única manera de frenar esta crisis es convocar nuevas elecciones”, declaró Emmanuel Cau, director de estrategia de renta variable europea de Barclays. “Está dificultando la inversión en Europa y creando una excusa para que los inversores actúen con cautela”. Añadió: “El mercado debe considerar que la extrema derecha está en condiciones de capitalizar”.