Donald Trump ha pedido la dimisión del recién nombrado director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan, alegando que el veterano de la industria de los semiconductores presenta una situación de conflicto de intereses.
"El director ejecutivo de Intel presenta una situación de conflicto de intereses y debe dimitir de inmediato", declaró Trump el jueves en su sitio web Truth Social. "No hay otra solución a este problema".
La publicación del presidente estadounidense no detalló los supuestos conflictos de intereses de Tan. Esta crítica de Trump surge tras una carta del senador republicano Tom Cotton al presidente de la junta directiva del fabricante estadounidense de chips esta semana, en la que expresa su "preocupación por la seguridad e integridad de las operaciones de Intel" y los vínculos de Tan con China.
Tan ha sido un prolífico inversionista en empresas tecnológicas chinas, a través de su firma de capital riesgo con sede en San Francisco, así como en empresas con sede en Hong Kong. Entre sus inversiones anteriores se incluyen Semiconductor Manufacturing International Corp, el mayor fabricante de chips de China.
Antes de ser designado CEO de Intel a principios de este año, Tan dirigía Cadence Design Systems, con sede en California, que la semana pasada admitió haber violado los controles de exportación estadounidenses al vender sus herramientas de diseño de chips a una universidad china con estrechos vínculos con el ejército.
Intel y la Casa Blanca no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la publicación de Trump. Las acciones de Intel cayeron un 3% en las operaciones previas a la apertura del mercado en Nueva York.
Tan fue nombrado director ejecutivo de Intel en marzo, después de que la junta directiva de la compañía de Silicon Valley destituyera a su predecesor, Pat Gelsinger, en diciembre.
Intel es la única empresa con sede en EEUU capaz de producir semiconductores avanzados, aunque hasta ahora se ha quedado prácticamente al margen del auge actual de los chips de inteligencia artificial. Ha recibido miles de millones de dólares en subsidios y préstamos del gobierno estadounidense para apoyar su negocio de fabricación de chips, que se ha quedado muy por detrás de su rival, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.
Sin embargo, en medio de un programa radical de reducción de costos, Tan advirtió el mes pasado que Intel podría verse obligada a abandonar el desarrollo de su tecnología de fabricación de próxima generación si no lograba conseguir un "cliente externo significativo". Tal decisión otorgaría a TSMC un monopolio virtual de la fabricación de chips de vanguardia.
“Intel debe administrar responsablemente el dinero de los contribuyentes estadounidenses y cumplir con las regulaciones de seguridad aplicables”, escribió Cotton en la carta del martes al presidente de la junta directiva de Intel, Frank Yeary. “Las asociaciones del Sr. Tan plantean dudas sobre la capacidad de Intel para cumplir con estas obligaciones”.