China imploró a los funcionarios que celebren menos reuniones y reduzcan drásticamente la extensión de los informes oficiales, ordenando una campaña nacional para abordar los "males persistentes" del "formalismo y la burocracia" en el gobierno.
Una directiva publicada esta semana por los medios estatales instó a los funcionarios a "mejorar la calidad de los documentos", garantizar un "estilo de redacción breve, práctico y conciso" y limitarse a 5.000 caracteres.
El comunicado indicaba que los departamentos debían reducir la cantidad de documentos oficiales que producen anualmente y presentar una explicación por escrito si la cantidad aumentaba.
Las reuniones también debían consolidarse y simplificarse, según la directiva, y los discursos no debían exceder una hora. El número de asistentes debía estar sujeto a controles estrictos.
La directiva, que contenía 4.845 caracteres, fue emitida por el gobernante Partido Comunista Chino y el Consejo de Estado, el gabinete de China, y esbozaba 21 disposiciones, entre ellas mejoras en la evaluación de los funcionarios, el proceso de traslado y la proliferación de aplicaciones móviles gubernamentales.
Las medidas son la última señal de un renovado impulso bajo el líder Xi Jinping para reorientar los esfuerzos de los responsables políticos hacia el fortalecimiento de la economía china, que se encuentra en su ritmo más lento en décadas, y frenar la actividad infructuosa en el expansivo sector estatal. El mes pasado, Xi lanzó una advertencia inusualmente contundente a los funcionarios locales contra la inversión excesiva en inteligencia artificial y vehículos eléctricos.
Xi también ha implementado una amplia campaña anticorrupción en todos los niveles del PCCh, que ahora cuenta con 100 millones de miembros, durante su más de una década en el poder.
"Sobornos gourmet"
La campaña contra la burocracia, descrita como una forma de reducir la carga sobre las bases del partido y preservar la energía de los miembros, se produce tres meses después de que Beijing endureciera las normas sobre los gastos de los funcionarios en comidas, tabaco y bebidas, lo que se conoce como "soborno gourmet".
Los gobiernos locales de toda China han impuesto restricciones al consumo de alcohol en todo el aparato estatal tras una serie de incidentes en los que murieron personas por beber en exceso. Según varias personas afectadas por la campaña de "sobornos gourmet", los funcionarios han tenido que solicitar la aprobación de sus superiores para asistir a reuniones de más de dos colegas. Algunos funcionarios también han sido citados para realizar pruebas de alcoholemia por la noche.
Sin embargo, hay indicios de que las prohibiciones a las reuniones están agravando la lenta economía nacional, donde una caída del sector inmobiliario que dura ya cuatro años y un consumo interno débil han lastrado el crecimiento.
Los ingresos agregados del sector de la restauración registraron un aumento del 0,9 % en junio, frente al 5,4 % del año anterior, según datos de la oficina nacional de estadística.
Los salones de banquetes de todo el país han comenzado a vender comida para llevar en un intento de rescatar a los negocios en crisis, según residentes locales y publicaciones en redes sociales.
"Corregir las prácticas inadecuadas de comer y beber puede coexistir con el consumo normal", afirmaba un comentario publicado en junio por la agencia de noticias estatal Xinhua.