El Gobierno
peruano dejará a su sucesor, en julio próximo, prácticamente 50 estudios de
impacto ambiental aprobados, que van a permitir el inicio de operaciones de
proyectos mineros importantes, como Las Bambas (cobre, en el sur) y Conga (oro,
en el norte), afirmó hoy el ministro peruano de Energía y Minas, Pedro Sánchez.
En una
rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Lima, Sánchez agregó que las
inversiones en minería comprometidas hasta 2016 suman US$ 41.000 millones, casi
el doble que hace dos años, mientras que las exportaciones mineras ascenderán
este año a US$ 20.000 millones.
El ministro
explicó que, con esa progresión de las inversiones, lo último que quisieran es
generar "ruido", y evitó así comentar la posibilidad de incrementar
las regalías que se cobran a las empresas por la explotación de los minerales.
Sánchez
dijo que ese aumento sólo procedería en caso de que las condiciones (del
mercado internacional y local) sean "demasiado diferentes" de las
actuales, en que los altos precios de los minerales generan bonanza en esa
actividad.
"Tenemos
que seguir manteniendo un régimen de estabilidad y de competitividad",
añadió el ministro.
A su turno,
el viceministro peruano de Minas, Fernando Gala, también presente, auguró que
la producción de cobre, que asciende actualmente a 1,2 millones de toneladas
anuales, se triplicará en 6 a 7 años, por la operación de varios proyectos en
curso.
Respecto a
la posibilidad de que la actividad minera, el principal aporte al producto
interno bruto (PIB) peruano, se diversifique y ofrezca un valor agregado al
mundo, Sánchez dijo que es "muy difícil competir con la capacidad
instalada que existe en el mundo", especialmente en plantas de fundición
de Asia, pero que su país debe evaluar esa posibilidad en el futuro, junto a su
vecino Chile.