Internacional

“Hoy se necesita una convertibilidad 
flotante para frenar la elevada inflación”

El “padre” de la convertibilidad no admite errores en el modelo, sólo fallas en su aplicación, y ve con preocupación las alzas de precios. Desde su refugio en Washington se ilusiona con ser candidato presidencial...

Por: | Publicado: Lunes 4 de abril de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Juan Cerruti


El Cronista


El viernes se cumplieron 20 años desde el inicio de la convertibilidad en Argentina, el modelo que rigió el destino económico del país durante más de una década. 
Se volvió mundialmente famoso con el eslogan noventero de “un dólar un peso”. El hombre que lo ideó e implementó, el entonces ministro de Hacienda, Domingo Cavallo, vive hoy en Washington pero sigue desde cerca la situación en su país y aspira a ser candidato presidencial en las próximas elecciones.

Fiel a su estilo, aseguró que la convertibilidad sucumbió por errores ajenos al modelo y asegura que Argentina ahora necesita una nueva versión de convertibilidad “flotante” para frenar la inflación.

– Visto en retrospectiva, ¿qué aciertos y errores tuvo durante el período de la convertibilidad?
– El principal acierto fue que inauguramos un período de estabilidad en Argentina y eso es muy importante. Existió por casi once años una regla monetaria muy clara, que fue el uno a uno. Y con libertad para la gente para tener sus ahorros en pesos y en dólares. 
– Pero en la actualidad la gente también puede tener sus ahorros en pesos o en dólares...
– Sí, pero lamentablemente en la última década pasamos a una economía sin reglas. Argentina debería ir a un sistema de metas de inflación. Pero como no se hace tenemos una inflación de 25% anual. A pesar de eso en el país hoy se vive un clima de estabilidad muy superior al del período 1945-1990, es decir el previo a la convertibilidad. 
– ¿Considera que esta estabilidad obedece a los efectos que dejó la convertibilidad?
– Totalmente. La gente comenzó a pensar en una economía estable desde la convertibilidad. Gracias al clima que dejó la convertibilidad todavía en cierta medida estamos viviendo con relativa calma, aún con alta inflación.

– ¿De qué cosas se arrepiente si pudiera volver el tiempo atrás?
– No haría nada distinto a lo que hice. Pero el país sí tendría que haber hecho cosas diferentes. Las provincias no tendrían que haberse endeudado por el volumen que lo hicieron con el sistema bancario. Esa fue la génesis de la crisis, pero no se debió a la convertibilidad. La crisis financiera de 2001 llevó a las autoridades a echar todo por la borda. La pesificación fue la reintroducción de la inflación. 
– Entonces, ¿recomendaría volver a la convertibilidad?
– Recomendaría volver a una convertibilidad flotante. El país hoy necesita un sistema así, para comenzar a combatir flagelos como la alta inflación. Es un sistema como el que tienen Chile, Perú, Canadá, Estados Unidos y tantos otros países. Pero para eso hay que eliminar las restricciones a la compra y venta de divisas. Es necesario dejar que la gente pueda depositar sus ahorros en cualquier moneda dentro del sistema financiero. 
– Pero el consumo en la Argentina parece aumentar a buen ritmo...
– La gente está muy confundida. El hecho de que haya mucho dinero circulando en la calle no significa que exista crecimiento genuino de la economía. Es una ilusión que crea la inflación. El próximo gobierno que surja de las elecciones va a tener que atacar el problema de la inflación con mucha seriedad. 
– ¿De los nombres que se mencionan, la gusta algún candidato para las próximas elecciones?
– No quiero hacer especulaciones al respecto. Es muy temprano todavía.

– ¿Tiene ganas de volver a ser ministro de Economía?
– (risas) No. Yo quisiera ser presidente. Fui candidato a presidente de la Nación en 1999 y probablemente, de no haber entrado en el gobierno de Fernando de la Rúa, en 2001 hubiera ganado las elecciones presidenciales.

– ¿Me podría nombrar dos políticos argentinos que le gustan?
– Domingo Cavallo. Y no tengo ningún otro. 
– ¿Y dos economistas?
– Economistas de calidad en Argentina sobran. Pero lamentablemente ninguno está asesorando al gobierno.

– ¿Hoy el clima externo es más favorable para el país que el que usted debió soportar durante los ’90?
– No tenga ninguna duda. El clima financiero internacional es infinitamente más benigno hoy. Nunca Argentina tuvo términos de intercambio tan favorables. Y nunca el dólar estuvo tan débil. A los Kirchner las circunstancias internacionales les permitieron mostrar resultados, pero no por la calidad de las políticas aplicadas.

Lo más leído