El nuevo
primer ministro de Hungría, el conservador Viktor Orbán, anunció hoy los
pilares de su política económica y fiscal que incluyen una reducción del
impuesto sobre sociedades con beneficios bajos (del 19% al 10%) y la
introducción de un impuesto único de la renta en el 16%.
Estas
medidas, que aplicarán en los dos próximos años, vendrán acompañadas por la
introducción de un nuevo impuesto a la banca y a las empresas de seguros, con
el que el Ejecutivo planea ingresar hasta 700 millones de euros anuales (US$
847 millones).
"Necesitamos
un nuevo sistema impositivo que se base en la confianza y no en la
desconfianza", señaló Orbán en un discurso ante el pleno del Parlamento,
controlado con una mayoría de dos tercios por el partido conservador Fidesz.
Agregó que
no propone "arreglar el (sistema fiscal) viejo sino crear uno nuevo",
al tiempo que anunció la eliminación de diez pequeños impuestos, como la tasa
sobre herencias.
Asimismo,
destacó "la importancia de fomentar a las pymes" y de
"simplificar la burocracia".