Inflación en Argentina: trabajadores del sector de alimentos consiguieron un reajuste de 35%

María Ignacia Alvear C.



Luego de meses de conflicto y huelgas, los trabajadores del sector de los alimentos en Argentina consiguieron la semana pasada un reajuste salarial de 35,2%. Aunque la medida se aplica directamente sólo a 80 mil trabajadores, los observadores concuerdan en que esto pondrá un alto piso para el resto de las negociaciones pendientes.

En el marco de estas discusiones, las empresas productoras de alimentos elevaron sus precios en hasta 6%. Y los expertos proyectan que el reajuste fijará un piso de 1,6% para el IPC de junio.

Pero el alza no sólo amenaza con disparar los precios en una economía que según los expertos registra la segunda mayor inflación del mundo. El hecho de que los empleadores acogieran las demandas es una confirmación de que la caída del poder adquisitivo por culpa de la inflación es mucho mayor de lo que reconocen las cifras oficiales. "Los problemas de información respecto a la inflación oficial empezaron en 2008 y desde entonces que las alzas salariales han estado bastante por encima de la datos oficiales", comentó a Diario Financiero el analista de Standard & Poor"s Sebastián Briozzo, basado en Buenos Aires.

Si bien el gobierno informó un incremento de 0,8% en los precios en abril, los expertos del sector privado calculan que el alza fue de al menos el doble, acumulando un incremento de 25% en doce meses.



Ajuste salarial

El reajuste de 35,2% conseguido por los trabajadores del sector de los alimentos es el más alto registrado hasta ahora, después de iniciar las negociaciones en marzo y paralizar fábricas por más de 20 días, como en el caso de Arcor, dueña de la chilena Dos en Uno. Pero no es el único sector donde se ha dado una intensa disputa. Los empleadores también se han resignado a fuertes incrementos en la construcción, banca, metalurgia y transporte. Ahora la discusión está focalizada en el sector comercio, el más importante para la determinación de los precios finales, que está presionando por un reajuste de 46%. El resultado será clave, ya que los salarios de los trabajadores representan 16% de los costos de los supermercados, que podrían traspasar el incremento a los precios en góndolas.

Según un sondeo del periódico trasandino El Cronista, en la última semana las compañías productoras de alimentos, supermercados y otros eslabones de la cadena comercial subieron los precios en hasta 6% en productos como fideos, vinos, azúcar y lácteos, para traspasar a los consumidores al menos una parte del aumento en sus costos.

"Sin lugar a dudas, entre los factores que explican que la inflación siga siendo elevada, están que el consumo, continúa siendo muy alto, y que el poder adquisitivo se ha mantenido. Y en ciertos sectores también ha crecido", añadió Briozzo.