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“Liconomics” podría significar un yuan más débil

Hay cosas que las autoridades pueden hacer para suavizar la medicina amarga de Li. Por ejemplo, podrían debilitar el tipo de cambio del yuan.

Por: | Publicado: Lunes 1 de julio de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por Tom Holland



Con el primer ministro Li Keqiang sólo 100 días en su cargo, los inversionistas han concluido que continuará adelante con las reformas financieras. Eso significa un dolor económico en el corto plazo, ya que el crecimiento se desacelerará a medida que Li intenta frenar la creación desmedida de crédito.

Muchos analistas del sector privado ahora esperan que el Producto Interno Bruto se expanda menos de 7,5% este año. Si eso es correcto, será el desempeño económico más débil de China desde 1990. Con los márgenes de ganancias de las empresas ya restringidos, es seguro que el crecimiento menor tendrá impacto, una razón de por qué los precios de las acciones chinas cayeron 13% durante el año a la fecha.

Pero hay cosas que las autoridades pueden hacer para suavizar la medicina amarga de Li. Por ejemplo, podrían aliviar parte del dolor al debilitar el tipo de cambio del yuan.

Sería una jugada polémica. Aunque el yuan se ha apreciado cerca de 33% frente al dólar desde su revaluación en junio de 2005, la mayoría de los observadores internacionales creen que la divisa aún está por debajo de su valor justo.

En abril, el Tesoro de Estados Unidos llamó al yuan “significativamente devaluado”. En mayo, el Fondo Monetario Internacional declaró que el yuan estaba “moderadamente devaluado en relación a una canasta de divisas”.

Aunque los economistas han hecho un llamado para la apreciación del yuan, podrían haber olvidado algo: después de subir 34% en términos ajustados a inflación frente a una amplia canasta de otras divisas en 2005, es probable que el yuan haya apuntado demasiado alto, y por eso ahora es considerado sobrevalorado.

Hay buena evidencia de que el yuan ahora es muy fuerte para la salud económica de China. Por una parte, está el problema de deflación de China. La deflación no se ha mostrado en los precios al consumidor, que se elevaron 1,2% en los doce meses a mayo.

Pero Charles Dumas, presidente de la consultora económica Lombard Street Research señala que con el consumo familiar representando 36% del PIB de China el año pasado, los precios al consumidor no son la mejor medida de la amplia inflación económica.

Con la producción industrial igualando a casi un 50% del PIB, Dumas prefiere mirar los precios al productor. Y el índice de precios al productor ha estado en terreno negativo desde comienzos de este año, cayendo 2,9% en los doce meses a mayo.

Como resultado, las tasas de interés reales están relativamente altas, en casi 10%, lo que hace difícil para las compañías invertir en rentabilidad.

Al mismo tiempo, con los costos laborales elevándose más rápido que el crecimiento de la productividad, la competitividad de China está declinando, poniendo mayor presión sobre las utilidades.

“En cierto punto, el gobierno necesitará mitigar la próxima debilidad de la economía devaluando incluso si las autoridades están manteniéndose firmes por ahora”, comentó Dumas.

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