Internacional
Los tambores de guerra vuelven a sonar fuerte en los mercados mundiales de divisas
Nicolas Sarkozy, que preside el G20, planteó a Barack Obama su plan para un nuevo orden monetario, donde el dólar tendría un rol menos relevante.
Por: | Publicado: Martes 11 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Isabel Ramos Jeldres
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, el primero en calificar la intervención de los gobiernos en sus divisas como una guerra cambiaria, sacudió ayer a los mercados al advertir en una entrevista con el periódico británico Financial Times que la situación está derivando en una guerra comercial. Las declaraciones de inmediato provocaron que el real, la moneda brasileña, cayera a su menor nivel frente al dólar en dos semanas. Pero las autoridades en Brasil pasaron rápidamente de las palabras a la acción. Tras el anuncio del secretario de estado, fuentes en Brasilia infomaron que el fondo soberano de Brasil administrado por el Ministerio de Hacienda, fue autorizado para comprar derivados de divisas, una medida que fue aprobada en septiembre pero que fue publicada recién ayer.
Preocupación del G20
La preocupación por la debilidad del dólar se extiende a través de la mayoría de los países del Grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes. El mandatario francés Nicolas Sarkozy, que actualmente ocupa la presidencia temporal del bloque, se reunió ayer con su par de EE.UU., Barack Obama, para analizar la situación cambiaria. Aunque le planteó su propuesta para reformar el sistema monetario internacional, Sarkozy bajó el tono de sus llamados para un nuevo orden mundial menos dependiente del dólar y destacó el rol que debe ocupar como la divisa número uno del mundo. Siempre he sido un gran amigo, un tremendo amigo de Estados Unidos y sé qué importante papel juega en el mundo, entiendo la importancia del dólar como la divisa número uno del mundo, dijo Sarkozy en una conferencia de prensa en Washington.
Las distintas economías están favoreciendo la depreciación de sus monedas para salir de la crisis a través de un repunte en sus exportaciones, porque la caída de la moneda local abarata los costos para los productores y aumenta la competitividad de sus envíos en los mercados internacionales. Los desequilibrios entre las monedas también han generado tensiones entre Estados Unidos y China, con los políticos y empresarios en Washington acusando a las autoridades de Beijing de mantener el yuan, la moneda china, artificialmente devaluada. A poco más de una semana de la cumbre entre el presidente Obama y su par chino, Hu Jintao, el 19 de enero, las autoridades de aduana en la potencia asiática informaron ayer que el superávit comercial cayó a US$ 13.100 millones, lejos de los US$ 20.800 millones que esperaban los economistas y su menor nivel desde abril.
Impacto en la inflación
Los gobiernos de los mercados emergentes han culpado a la caída del dólar y al millonario programa de compra de bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos por el aumento de las presiones inflacionarias. Los principales banqueros centrales reunidos ayer en Basilea, Suiza, hicieron un llamado a las naciones emergentes para contener las alzas de los precios.
Es extremadamente importante que todos nosotros mantengamos el control de las expectativas de inflación, y eso exige las decisiones adecuadas, señaló el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, que encabezó la reunión.
Confirmando los temores de las autoridades monetarias, el banco central de Corea del Sur informó ayer que el índice de precios al consumidor subió 3,5% en diciembre, acercándose al techo de 4% fijado por el emisor. El regulador financiero de Corea del Sur reaccionó de inmediato y ayer anunció que aumentará las vigilancia de los flujos de capitalEl viernes, en tanto, Brasil informó que el IPC subió más de lo esperado en 2010, cerrando el año en 5,91%, su nivel más alto desde 2004.
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, el primero en calificar la intervención de los gobiernos en sus divisas como una guerra cambiaria, sacudió ayer a los mercados al advertir en una entrevista con el periódico británico Financial Times que la situación está derivando en una guerra comercial. Las declaraciones de inmediato provocaron que el real, la moneda brasileña, cayera a su menor nivel frente al dólar en dos semanas. Pero las autoridades en Brasil pasaron rápidamente de las palabras a la acción. Tras el anuncio del secretario de estado, fuentes en Brasilia infomaron que el fondo soberano de Brasil administrado por el Ministerio de Hacienda, fue autorizado para comprar derivados de divisas, una medida que fue aprobada en septiembre pero que fue publicada recién ayer.
Preocupación del G20
La preocupación por la debilidad del dólar se extiende a través de la mayoría de los países del Grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes. El mandatario francés Nicolas Sarkozy, que actualmente ocupa la presidencia temporal del bloque, se reunió ayer con su par de EE.UU., Barack Obama, para analizar la situación cambiaria. Aunque le planteó su propuesta para reformar el sistema monetario internacional, Sarkozy bajó el tono de sus llamados para un nuevo orden mundial menos dependiente del dólar y destacó el rol que debe ocupar como la divisa número uno del mundo. Siempre he sido un gran amigo, un tremendo amigo de Estados Unidos y sé qué importante papel juega en el mundo, entiendo la importancia del dólar como la divisa número uno del mundo, dijo Sarkozy en una conferencia de prensa en Washington.
Las distintas economías están favoreciendo la depreciación de sus monedas para salir de la crisis a través de un repunte en sus exportaciones, porque la caída de la moneda local abarata los costos para los productores y aumenta la competitividad de sus envíos en los mercados internacionales. Los desequilibrios entre las monedas también han generado tensiones entre Estados Unidos y China, con los políticos y empresarios en Washington acusando a las autoridades de Beijing de mantener el yuan, la moneda china, artificialmente devaluada. A poco más de una semana de la cumbre entre el presidente Obama y su par chino, Hu Jintao, el 19 de enero, las autoridades de aduana en la potencia asiática informaron ayer que el superávit comercial cayó a US$ 13.100 millones, lejos de los US$ 20.800 millones que esperaban los economistas y su menor nivel desde abril.
Impacto en la inflación
Los gobiernos de los mercados emergentes han culpado a la caída del dólar y al millonario programa de compra de bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos por el aumento de las presiones inflacionarias. Los principales banqueros centrales reunidos ayer en Basilea, Suiza, hicieron un llamado a las naciones emergentes para contener las alzas de los precios.
Es extremadamente importante que todos nosotros mantengamos el control de las expectativas de inflación, y eso exige las decisiones adecuadas, señaló el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, que encabezó la reunión.
Confirmando los temores de las autoridades monetarias, el banco central de Corea del Sur informó ayer que el índice de precios al consumidor subió 3,5% en diciembre, acercándose al techo de 4% fijado por el emisor. El regulador financiero de Corea del Sur reaccionó de inmediato y ayer anunció que aumentará las vigilancia de los flujos de capitalEl viernes, en tanto, Brasil informó que el IPC subió más de lo esperado en 2010, cerrando el año en 5,91%, su nivel más alto desde 2004.