El primer ministro griego, George Papandreu, obtuvo hoy el respaldo de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y reafirmó su compromiso con los ajustes necesarios para sanear la economía de Grecia, que está al borde de la quiebra, según anunció el Gobierno heleno.
El Gobierno griego hizo público un comunicado firmado por su portavoz, Ilias Mosialos, sobre el contenido de la teleconferencia de 25 minutos que mantuvo el líder griego con los dirigentes europeos.
"Ante los rumores sobre Grecia de los últimos días, se ha dejado claro que Grecia es parte inseparable de la zona del euro", indica el texto.
Papandreu también expresó a sus socios que está dispuesto a aplicar las medidas necesarias para enderezar el rumbo de la endeudada economía griega.
"Grecia está decidida a cumplir con sus obligaciones ante sus socios para garantizar así el completo cumplimiento del programa de apoyo (del 21 de julio)", afirma el documento.
Detalle de las reformas
Una muestra del compromiso de Grecia es que el Consejo de Ministros ha aprobado medidas adicionales para recaudar 2.000 millones de euros hasta finales de año para cumplir con los objetivos de reducción del déficit hasta 7,6% del PIB desde el tope de 10,5% de 2010.
"Las decisiones asumidas por el Consejo de Ministros (griego) en los últimos días y las medidas adicionales anunciadas llevan a conseguir los objetivos para 2011 y 2012", afirma el Ejecutivo griego.
Como objetivo Atenas se propone "alcanzar un superávit primario que protegerá la economía griega, frenará el aumento de la deuda pública y reforzará las perspectivas de desarrollo del país".
Antes de la conferencia Mosialos adelantó que Papandreu pediría a Merkel y Sarkozy que acelerasen las ayudas a Atenas para evitar la quiebra y moderasen las declaraciones críticas que pudieran causar pánico en los mercados.
Merkel ha tenido que distanciarse esta semana de su ministro de Economía y vicecanciller, Philipp Roesler, después de que éste asegurase que una bancarrota de Grecia ya no era un "tabú".
La canciller alemana rechazó ayer de plano la posibilidad de una quiebra de Grecia y ha vuelto a subrayar la necesidad de que Atenas cumpla los compromisos adquiridos para recibir asistencia financiera adicional.
Ante la situación límite por la que atraviesa Grecia, Papandreu preparó ayer el encuentro con el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, y los responsables de los mayores bancos griegos.