El Gobierno del presidente Donald Trump congeló este miércoles US$ 26 mil millones en fondos para los estados gobernados por demócratas, cumpliendo con la amenaza de utilizar el cierre de la administración federal para golpear las prioridades de sus opositores.
Los programas incluían US$ 18 mil millones para proyectos de tránsito en Nueva York y US$ 8 mil millones para proyectos de energía verde en 16 estados gobernados por demócratas, incluidos California e Illinois.
Los movimientos dejaron claro que Trump cumpliría su amenaza de aprovechar el cierre para castigar a sus oponentes políticos y extender su control sobre el presupuesto federal de US$ 7 billones (millones de millones), establecido por la Constitución estadounidense como dominio del Congreso.
Las tácticas de presión se produjeron tras el décimo quinto cierre del gobierno desde 1981, que suspendió la investigación científica, la supervisión financiera, los esfuerzos de limpieza ambiental y una amplia gama de otras actividades.
Unos 750 mil empleados federales recibieron la orden de no trabajar, mientras que otros, como las tropas y los agentes de la Patrulla Fronteriza, empezaron a trabajar sin sueldo. El Departamento de Asuntos de Veteranos dijo que se encargaría de los entierros en los cementerios nacionales.
Ola de despidos
El vicepresidente J.D. Vance dijo en una sesión informativa en la Casa Blanca que el Gobierno se vería obligado a recurrir a los despidos si el cierre dura algunos días, lo que se sumaría a otros 300 mil exonerados en diciembre. Las anteriores paralizaciones no se tradujeron en desvinculaciones permanentes.
La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos dijo que despediría a 1% de sus 14 mil empleados, según una carta interna a la que tuvo acceso Reuters.
Hakeem Jeffries, el principal demócrata de la Cámara de Representantes, dijo que la congelación de la financiación de proyectos de metro y puertos en Nueva York, su ciudad natal, dejaría a miles de personas sin trabajo.
El principal demócrata del Senado, Chuck Schumer, también de Nueva York, dijo que Trump estaba apuntando a los estadounidenses normales con fines partidistas.
"Está utilizando al pueblo estadounidense como peones, amenazando con dolor al país como chantaje", dijo Schumer.