Josef Ackermann, el presidente del primer
banco alemán en activos, Deutsche Bank, confesó haber cometido
errores y haber perdido parte de su patrimonio con la crisis
financiera.
En un resumen anual emitido hoy por la cadena pública alemana
ARD, el banquero suizo, considerado la encarnación del capitalismo,
confesó que "todos hemos cometido errores y lo admitimos sin
reservas", al tiempo que rechazó disculparse ante los ahorradores.
Al contrario, Ackermann destacó "el gran trabajo" hecho por los
empleados de los bancos y de las cajas de ahorros en Alemania
durante la presente crisis.
Ackermann, que recientemente admitió que se debe revisar el
sistema de remuneración de muchos bancos, que se orientan demasiado
a los éxitos a corto plazo, abogó hoy por una regulación más
estricta de los mercados financieros y una mayor supervisión
bancaria, sobre todo en Estados Unidos.
Añadió estar convencido de que la cooperación entre bancos
emisores, el Estado y los restantes institutos crediticios, además
del cliente, le llevan a confiar en que los hechos que han llevado
al desastre no volverán a repetirse.
"Yo también he sufrido pérdidas patrimoniales", dijo el
presidente del Deutsche Bank, que renunció a su bono millonario
anual cuando se desató la crisis, el pasado mes de octubre.
"Ha de servir como mensaje para reconocer que también somos
responsables y que queremos contribuir a que este desastre no se
vuelva a repetir", dijo Ackermann al respecto.