El presidente del Banco do
Brasil, Antônio Francisco de Lima Neto, renunció hoy al cargo, por
aparentes diferencias con el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en
relación a las políticas de interés de la institución.
El propio Lula confirmó la dimisión y, aunque no comentó la
razón, dijo a periodistas que la reducción de la diferencia entre
las tasas que la banca paga y los que cobra es actualmente "una
obsesión" para el Gobierno.
Según datos oficiales de marzo pasado, el Banco do Brasil cobra
actualmente hasta 4,6% por los préstamos personales y
hasta 7,9% por los créditos otorgados a través de las
cuentas corrientes, considerados excesivos por el Gobierno, sobre
todo por tratarse de una entidad oficial.
El Banco do Brasil es la principal institución financiera del
país, con activos por cerca de US$156.000 millones, y tiene
como principal accionista al Tesoro Nacional, que posee el 72% del capital.
Los otros accionistas son fondos de pensiones y el Banco Nacional
de Desarrollo Económico y Social (BNDES), mientras que cerca del 7% está en manos del mercado, a través de títulos que se
cotizan en la Bolsa de Valores de São Paulo, donde la noticia de la
dimisión de Lima Neto fue mal recibida por los operadores.