La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que la crisis financiera en Estados Unidos, que contamina a la economía mundial, es más "política" que económica y no depende solamente de dinero, sino también de "decisiones".
En declaraciones a periodistas, Rousseff sostuvo que el problema nació en 2008, cuando el Gobierno de Estados Unidos salió al rescate de los bancos y "cambió la deuda privada por deuda pública", lo cual consideró, sin embargo, que en su momento era ineludible y permitió impedir "una catástrofe" mayor.
No obstante, afirmó que ahora "hay una objeción política en EEUU cuando se habla de un mayor gasto fiscal, cuando EEUU precisa justamente una iniciativa fiscal y no sólo monetaria".
En su opinión, la mayor dificultad en la nación norteamericana en este momento es que "falta una decisión política" en el sentido de dar un mayor estímulo a la inversión.
"El problema no es de dinero", subrayó Rousseff, quien apuntó que "dependiendo de la pauta" podría llegar a tratar ese asunto con su homólogo estadounidense, Barack Obama, durante un encuentro que tendrán la semana próxima en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
También consideró que "no existe una solución internacional para ese tipo de problemas" ni para la zona del euro, pues "es necesario que ellos definan" y "agilicen las formas de rescate".