Tras convocar el lunes a una reunión de emergencia, el banco central de Turquía anunció ayer una agresiva alza en las tasas de interés que superó todas las expectativas.
La autoridad monetaria fijó la tasa interbancaria en 12%, desde 7,75%, mientras que la tasa repo semanal pasó de 4,5% a 10%.
Por esta vía, el instituto emisor intenta contener el derrumbe de la moneda turca, que hasta antes del anuncio se había devaluado 6,29% frente al dólar y que el año pasado retrocedió 30%.
En respuesta a la drástica iniciativa adoptada anoche, la lira repuntó inmediatamente 8,37%.
De hecho, las monedas emergentes detuvieron ayer la fuerte caída que venían registrando, luego de que el banco central turco convocara a la reunión el lunes.
La decisión de la autoridad favorecerá a las empresas turcas que tienen más de US$ 160.000 millones en deuda denominada en moneda extranjera, que habían visto un aumento del costo de servicio junto con la caída de la moneda.
Sin embargo, el fuerte aumento de las tasas probablemente será un freno para la economía, que ya estaba creciendo por debajo del 5% de tendencia a largo plazo de Turquía.
La medida forma parte de una ofensiva de los bancos centrales emergentes para deterner el derrumbe de sus divisas.
En las últimas horas, el Banco Popular de China, inyectó más capital en los mercados financieros para aliviar las condiciones restrictivas, mientras que el banco central de India sorprendió a los analistas al elevar la tasa de interés de 7,75% a 8,0% para apuntalar a la debilitada rupia.
El derrumbe de las monedas emergentes se aceleró en los últimos días, a medida que los inversionistas aguardaban atentos el fin de la reunión de dos días de la Reserva Federal, donde se espera que el banco central de EEUU profundice el retiro de los estímulo.
A medida que la entidad encabezada por Ben Bernanke recorta su millonario programa de compra de bonos, aumentan las tasas de interés en el mundo emergente, atrayendo a los capitales que durante los últimos años habían estado buscando mayores rendimientos en los mercados emergentes.
Pero además de la política monetaria de la Fed, en la salida de capitales han influido también los problemas específicos que afectan a diversas economías emergentes. Las denuncias de corrupción que afectan al gabinete de Recep Tayyip Erdogan, en Turquía, han contribuido a debilitar la confianza de los inversionistas en los mercados emergentes.
En Ucrania, en tanto, la renuncia del primer ministro ayer no logró calmar las presiones de la oposción, que exigen la renuncia del presidente. Y un panorama similar se vive en Tailandia.
A eso se sumó además el anuncio la semana pasada de la devaluación del peso en Argentina, que sufrió su mayor caída en doce años.