Los ministros de Economía de la Unión Europea (UE) alcanzaron
hoy un "amplio consenso" sobre la necesidad de endurecer las sanciones
financieras y no financieras, e incluso de crear nuevas penas, contra los
países que superen el límite del 3% de déficit que marca el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento (PEC). El objetivo es evitar que se repita una crisis
de endeudamiento como la de Grecia. Los Veintisiete descartaron además que
"a corto plazo" se vayan a producir quiebras controladas de países de
la eurozona con problemas de endeudamiento.
"Hubo un amplio consenso sobre el principio de contar
con sanciones, sanciones financieras y no financieras", explicó en rueda
de prensa el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al
término de la reunión de los 27 convocada para tratar de mejorar la
coordinación de políticas económicas en la UE.
"No me ha sorprendido, sino que me ha alegrado que todo
el mundo esté dispuesto a avanzar hacia un Pacto de Estabilidad fuerte que
tenemos que aplicar. Si necesitamos sanciones, crearemos nuevas sanciones, más
de las que están ahora previstas en el PEC", resaltó el presidente del Consejo
Europeo.
El endurecimiento del Pacto es una iniciativa de Alemania,
que ha pedido que se castigue a los incumplidores con la congelación de las
ayudas europeas y, en los casos más graves, con la suspensión durante un año
del derecho de voto en los Consejos de ministros de la UE.
Es la contrapartida que exigió Berlín para aprobar el
rescate de Grecia y el fondo de 750.000 millones de euros para frenar el
contagio de la crisis griega a España y Portugal. La Comisión también apuesta
por suspender las subvenciones comunitarias a los incumplidores.