Zoellick pide medidas al G8 para combatir aumento precios comida y energía
El presidente del Banco Mundial señaló que "lo que estamos viendo no es un desastre natural, como un tsunami o una tormenta perfecta, sino una catástrofe creada por el hombre".
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El presidente del Banco Mundial (BM),
Robert B.Zoellick, informó hoy que pidió a los líderes del G8 y a
los principales productores de petróleo que tomen medidas para
combatir los crecientes aumentos del precio de los alimentos y la
energía.
Según esta entidad, Zoellick envió una misiva a la dirección de
la venidera cumbre del G8, que se celebrará la próxima semana en
Japón, para advertir que "el mundo está entrando en una zona
peligrosa".
Tanto el Banco Mundial, como el Programa Mundial de Comida (WPF,
por sus siglas en inglés) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
estiman que se necesitan alrededor de US$10.000 millones
para cubrir las necesidades a corto plazo de las personas más
perjudicadas por la crisis.
Zoellick señaló que "lo que estamos viendo no es un desastre
natural, como un tsunami o una tormenta perfecta, sino una
catástrofe creada por el hombre, y como tal debe ser reparada por
personas".
Por este motivo, "solicito a estos ocho países, en coordinación
con los productores de petróleo, -manifestó- que actúen ahora para
corregir esta crisis".
El presidente del Banco Mundial recordó que en la cumbre de 2005
en Gleneagles (Escocia), este foro internacional -formado por
Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, el Reino Unido y
EE.UU.- se comprometió a impulsar todas las ayudas de desarrollado
necesarias para el año 2010, especialmente en África.
"Para un total de 41 países, el crecimiento de los precios de la
comida, el combustible y otras productos desde enero de 2007
-apuntó- representa un impacto negativo al producto interior bruto
de entre el tres y el diez por ciento".
Las peticiones de Zoellick se unen a las que lanzó el director
gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien afirmó que "el mundo
está en crisis" por el alza de los precios del petróleo y los
alimentos, y alertó de que algunos países se hallan en "un punto
crítico".