La debilidad de la moneda única le da un impulso a la eurozona

El euro en declinación podría aliviar lo que llegaría a ser una prolongada y profunda recesión en el área de los 17 países...

Por: | Publicado: Miércoles 11 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Ralph Atkins en Frankfurt

 

No espere que Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), lo diga después de la reunión de mañana sobre la tasa de interés, pero la eurozona está siendo ayudada significativamente por la debilidad de la divisa.

Más caídas serían bienvenidas por las empresas a lo largo de la región de 17 países.

Los tipos de cambio son indicadores importantes de confianza en los sistemas económicos, gobierno, políticos y banqueros centrales. La declinación del euro, que agarró ritmo a fines de 2011, y ha continuado en el nuevo año, fue un voto de no confianza en los mercados financieros y en la capacidad de los líderes de la eurozona para manejar la creciente crisis de deuda de la región.

Sin embargo, aunque se espera que el BCE deje su principal tasa de interés sin cambios en 1% y se abstenga de nuevos pasos para abordar la crisis, el euro en declinación podría aliviar lo que llegaría a ser una prolongada y profunda recesión en la eurozona. Especialmente en el sur de Europa, donde las medidas de austeridad fiscal están apretando la demanda interna, el impulso a los exportadores podrían haber llegado justo a tiempo.

La caída del euro ha sido modesta en una perspectiva histórica. Aún después de bajas recientes, que lo llevaron a mínimos de 16 meses contra el dólar, el euro sigue estando significativamente más alto contra la divisa estadounidense que niveles vistos antes del estallido de la crisis financiera global a mediados de 2007. Su debilidad no es nada comparada con los primeros años después del lanzamiento de la moneda en 1999, cuando se hundió rápidamente bajo la paridad con el dólar.

Sin embargo, el impulso a las perspectivas de crecimiento podría ser significativo.

Contra el dólar, el euro ha caído cerca de 14% desde el peak en mayo. Sobre una base de tipo de cambio efectivo ponderado, la declinación ha sido baja, cercana a 8%, pero lo suficiente para hacer una diferencia. Una regla práctica estimativa es que una caída de 10% en el valor del tipo de cambio efectivo del euro impulsaría el crecimiento de la eurozona en menos de un punto porcentual, con el efecto empezándose a sentir después de seis meses. Para algunos países eso podría ser suficiente para contrarrestar el impacto de las alzas de impuestos y recortes al gasto público. La ayuda, sin embargo, podría no ir a donde es más necesaria. Grecia enfrenta problemas fiscales y competitivos que un euro débil difícilmente abordará. Entre los principales beneficiados estará Alemania, que exporta el equivalente a 50% de su PIB.

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