Los inversionistas extranjeros han vendido US$63.000 millones en acciones estadounidenses desde principios de marzo, según estimaciones de los estrategas de Goldman Sachs, que señalan que los datos sobre los flujos de fondos de alta frecuencia sugieren que los inversores europeos han impulsado las ventas, mientras que otras regiones han seguido comprando acciones estadounidenses.
“Esta dinámica supone un riesgo sustancial para las valoraciones de las acciones, ya que los inversores extranjeros entraron en 2025 con una cuota récord del 18% de la propiedad de acciones estadounidenses”, escribe el equipo de estrategia de cartera dirigido por Daniel Chávez en una nota a sus clientes.
Señalan que, desde 1980, se han producido otros diez casos de ventas sustanciales por parte de inversores extranjeros, que en promedio supusieron el 0,6% del valor total del mercado estadounidense, lo que equivale a unos US$300.000 millones en la actualidad.
Goldman afirma que el episodio más reciente de ventas extranjeras “ha sido más breve y menos profundo que la media de las últimas décadas”. En el pasado, las acciones estadounidenses fueron capaces de resistir las salidas de capital extranjero, subiendo en 7 de las 10 ocasiones, con 1987, 1990 y 2022 como excepciones.