No hubo caso. Pese a la esperada aprobación del plan de
rescate del sistema financiero –el mismo cuyo rechazo inicial causó la debacle
de los mercados el lunes- las bolsas estadounidenses no pudieron culminar con números
azules.
Lejos de ello, el Dow Jones de industriales culminó las
operaciones con un retroceso de 1,50% con lo que cerró la semana con una caída
acumulada de 7,34%. Esta es la peor semana para el índice más importante de
Wall Street desde la semana que terminó el 19 de julio de 2002 (7,67%).
Peor fueron las cosas para el S&P 500. El indicador que mide
la evolución de las 500 mayores empresas de Estados Unidos perdió 1,35% en la
sesión, con lo que acumuló un retroceso de 9,38% en la semana. El indicador no
había vivido una semana tan nefasta desde la que terminó del 21 de septiembre
del 2001 (11,60%).
La jornada bursátil fue en extremo volátil. El anuncio de compra
de Wachovia por parte de Wells Fargo en US$ 15.100 millones –saliendo al paso
de la oferta de Citigroup- estuvo impulsando durante gran parte del día a los índices.
De hecho, el Dow Jones incluso estuvo con alzas de casi 3% a media sesión.
Sin embrago, luego que se aprobara finalmente el plan de
rescate por US$ 700.000 millones para colapsado sistema financiero, los
indicadores empezaron a caer y, por ende, el resto de los mercados del mundo.
El temor de los inversionistas pasa por las dudas sobre la
real efectividad que tenga el plan sobre la deteriorada economía estadounidense
que cada vez da más señales de que entrará en una recesión económica.