Reacios a una intervención en el mercado cambiario se
mostraron los economistas que integran el Grupo de Política Monetaria de la
Universidad de Chile, pese a la baja que ha experimentado el dólar en el país y
que ha llevado al sector exportador a plantear señales de alerta respecto al
tema.
Según Eduardo Coeymans, también economista de la Universidad Católica, "una intervención tendría efectos muy transitorios", debido
a que la caída de la moneda frente al peso chileno se explica,
principalmente, a la depreciación del dólar frente a otras monedas.
Asimismo, afirmó que es necesario evaluar la posibilidad cierta de que la
intervención "sea exitosa". "Cuando está aumentando muchísimo el gasto, y que eso seguir, una intervención
puede subir el tipo de cambio en el corto plazo, pero muy luego puede
traducirse eso en presiones inflacionarias que en el fondo a un exportador lo
puede dejar en la misma condición", afirmó el académico.
Una visión similar tiene Alejandro Fernández, socio de la consultora Gemines, quien afirmó que el dólar aún no muestra "un desalineamiento muy grave", agregando que una intervención podría tener "bastante poco éxito, en las circunstancias actuales,
donde los factores que están detrás del fortalecimiento del peso son bastante
fuertes y van a estar presente todavía por varios meses más".
Por su parte, Angel Cabrera, economista y socio de la consultora Forecast, también se mostró contrario a una medida de este tipo desde el Banco Central, señalando que éstas "generan distorsiones, son
caras y además inefectivas". Sin embargo, sostuvo, "creo que sí van a intervenir (...) Es una decisión política, que se va a
producir
cuando la presión política alcance una masa crítica".
Mayor productividad
Ricardo Matte, director del programa
económico de Libertad y Desarrollo, recalcó la importancia de mejorar la productividad en el país como factor de respaldo para enfrentar la actual y posibles futuros retrocesos del dólar a nivel local.
Según señaló, en la década de los 80' y 90' también se enfrentaron caídas del tipo de cambio real, que "acomodadas" con aumentos de productividad.
Hoy, sin embargo, "tenemos otra situación. La productividad está cayendo,
no tenemos mucho espacio para acomodar posibles nuevas caídas del tipo de
cambio".