La bolsa de Tokio vivió una sesión de alta volatilidad. El
Nikkei, el principal indicador, se anotó un ligero avance 0,12%, hasta los
12.768 puntos, tras las ganancias cosechadas ayer en Wall Street, ante la
preocupación de los inversionistas por las perspectivas económicas mundiales.
El valor protagonista de la sesión en Tokio fue Ricoh que se
disparó un 2,9% tras anunciar la compra de un distribudor estadounidense, una
noticia que provocó el descenso hasta un mínimo de cuatro meses de la empresa
rival Canon. Mizuho Financial Group cayó por las preocupaciones a largo plazo
sobre las economías de EEUU y Japón.
Los vencedores de la jornada fueron el petróleo, el carbón y
la alimentación, frente a las inmobiliarias y las maquinarias que perdieron
terreno. Según dijo a Kyodo el jefe de valores de Nikko Cordial Securities,
Hiroichi Nishi, el ambiente en el mercado "es malo" con unos
inversores "que ven el deterioro de la economía de Japón y del el mundo
con el creciente número de bancarrotas".
Diversos agentes bursátil es indicaron que las perspectivas
para la economía de Japón empeoraron después de que otra inmobiliaria de Tokio se
declarara ayer en bancarrota. Así, la inmobiliaria Zecs
cayó un 8% y Mitsui Fudosan cedió un 3%.
Los fabricantes de automóviles, uno de los motores de la
economía nipona, también terminaron a la baja después de que Toyota anunciara
una rebaja en su previsión de ventas para 2009. Toyota Motor permaneció hoy sin
cambios y se mantuvo en los 4.770 yenes.
El líder de valor fue Canon, que cayó un 5%. Por su parte,
el líder de volumen de la jornada fue GS Yuasa, que cedió un 6%.