El empresario José Antonio Guzmán, calificó como "muy grave" la situación de desconfianza que existe en el país y lamentó que no haya prácticamente ninguna persona, grupo o institución, capaz de liderar el camino que permita recuperar la confianza perdida.
"Lamentablemente no se ve a la persona o grupo de personas con suficiente autoridad para encabezar la recuperación de la confianza. Por lo que, sin perjuicio de seguir buscando ese liderazgo, creo que cada grupo de la sociedad debe hacerse cargo de su propio ámbito", dijo Guzmán en un seminario de Icare.
En esa línea, sostuvo que la "crisis de prestigio" de las personas e instituciones, de desconfianza generalizada "de todos con todos", de "falta de esperanza" para encontrar una solución, es una coyuntura que obliga a llevar a cabo "un supremo esfuerzo para remediarlo".
"Después de cerca de 30 años, en los que el país progresó como nunca en su historia -tanto del punto de vista económico como social-, como resultado de gruesos errores cometidos en la conducción política y económica reciente y también por parte de algunos empresarios, la confianza en el futuro y en la clase política y empresarial se ha debilitado fuertemente", complementó.
Guzmán también llamó a sus pares a condenar los ilícitos y abuso de poder en contra de consumidores y accionistas minoritarios, la colusión de empresas, el uso de información privilegiada, el daño ambiental y la apropiación indebida de patrimonio, que han cometido algunos empresarios y que han acentuado el malestar en la población. "La impresión es que los empresarios se cubren mutuamente, que no existe condena de los pares. (...) La respuesta de los pares debe ser más sancionatoria que corporativa y la justicia y los reguladores más eficaz que burocráticos", dijo.
A su vez, agregó que "el problema es que el sistema económico descansa en la creatividad y el empuje de la empresa privada y si ésta no goza de legitimidad o no satisface las aspiraciones razonables de la sociedad, es el sistema el que está en peligro".
El empresario dijo sentirse asombrado porque "irregularidades crecientes de algunas empresas hayan superado los gobiernos corporativos, lo que demuestra que no tenían clara su responsabilidad o fueron sobrepasados por otros órganos internos dañando todo al sector empresarial", dijo Guzmán.
Críticas a la política
El ex presidente de Habitat luego hizo críticas al ámbito político, haciendo alusión al escándalo Penta-SQM, señalando que "el destape de fórmulas ilegales que aplicaban algunas empresas para financiar a políticos de todos los colores y comprar seguridad vino a sembrar un manto de duda sobre la real autonomía entre la empresa y la política y sobre la sinceridad del discurso público".
Criticó también que "a la tradicional burocracia y regulaciones públicas que ha aumentado a límites insostenible se suma hoy la postura ideológica que pretende restablecer el fuerte rol del Estado y restringir al sector privado su derecho a la libre iniciativa".
El empresario añadió que "la enorme de transferencia de recursos del sector privado al público, más allá de su inaplicabilidad práctica, limita seriamente las posibilidades de inversión y creación de empleo, y tampoco garantizan su uso eficiente para el país. Las reformas aprobadas o en trámite (...) buscan acotar o acabar con la gestión privada", enfatizó Guzmán.