Las alzas de tasas generadas por las tensiones inflacionistas, las mayores dudas sobre la recuperación económica y la remontada que está experimentando el dólar aumentan la tentación de recoger beneficios en el mercado de commodities.
Las últimas jornadas han reforzado las alertas ante un posible ‘pinchazo’ en su rally. Los sobresaltos se han sucedido en este tiempo, alentadas también en parte por las desinversiones realizadas por George Soros.
La condena de Raj Rajaratnam, fundador del grupo Galleon, sorprendió ayer a la industria de los hedge funds, al tiempo que se publicaba otro aumento en los inventarios de crudo en Estados Unidos. El barril tipo West Texas cayó un 5%, hasta perder otra vez la barrera de los 100 dólares.
La jornada de hoy aplaca un tanto las caídas, aunque las subidas del dólar siguen favoreciendo las presiones bajistas. El barril de Brent cede cerca de otro 2%, por debajo de los US$ 110, mientras el West Texas cae más de un 2,5%, hasta los US$ 95,5.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha puesto de relieve la percepción que barajaba el mercado. El consumo de petróleo se estanca por primera vez en dos años por el alza del precio. De ahí que la agencia haya revisado a la baja sus previsiones para 2011: el consumo de crudo crecerá un 1,5% en todo el año, hasta 89,2 millones de barriles diarios, 190.000 barriles diarios menos que lo avanzado en el informe del mes pasado.
Metales preciosos
Las crecientes incertidumbres sobre la evolución de la demanda pasan factura también a metales como el cobre, desinflado hoy otro 1%. Dentro de los metales preciosos, el oro consigue suavizar los recortes, por debajo pero cerca aún de los US$ 1.500 la onza.
La peor parte, como sucediera la semana pasada, se la lleva la plata. En la sesión de hoy se desploma otro 8,7%, hasta situarse por debajo de los US$ 33 dólares, lejos de los casi US$ 50 que llegó a tocar antes de sufrir su mayor caída semanal desde 1975.