por sebastián valdenegro
El mercado está leyendo de buena manera los últimos pasos que ha tomado SMU -la supermercadista controlada por el grupo Saieh- para mejorar su situación financiera. El acuerdo con los bancos acreedores informado el lunes, así como el aumento de capital y el reingreso de Álvaro Saieh al directorio de la compañía, están impulsando el valor de la deuda del retailer.
Es que el bono internacional de SMU con vencimiento a 2020 se ubica en su nivel más alto desde mediados de agosto, cotizándose en US$ 72,516. Dicho esto, el rendimiento de la deuda cayó también a su nivel más bajo en más de cuatro meses, situándose en 14,739% ayer.
El título ha registrado alzas en doce de las últimas catorce sesiones y ayer repuntó más de 2%.
“Esto responde a dos eventos: en primer lugar, a que la compañía alcanzó un acuerdo con los bancos para prorrogar parte de sus obligaciones financieras; y en segundo, a que el controlador suscribió el aumento de capital que había comprometido, mejorando la posición financiera de SMU”, explica el gerente de Estudios y Estrategia de Tanner Investments, Daniel Thenoux.
“Que Saieh entre al directorio es una buena señal”, comenta el jefe de la mesa de dinero de Econsult, Rodolfo Friz.
El lunes, el holding supermercadista anunció un acuerdo con sus bancos acreedores para reestructurar pasivos por US$ 446 millones a siete años plazo. Asimismo, acordó con las entidades financieras extender la suspensión de la obligación de mantener su clasificación de riesgo (waiver) hasta el 31 de enero.
Los desafíos
que ve el mercado
Si bien desde las mesas de renta fija coinciden en que la percepción de riesgo sobre SMU se ha reducido, también aseguran que la compañía tiene varios desafíos pendientes para recuperar íntegramente la confianza del mercado.
Para el gerente de Renta Fija Institucional de EuroAmerica, Marco Salin, la compañía ha ido cumpliendo el “check list” en su proceso de saneamiento financiero, pero tiene pendiente mejoras a nivel de resultados.
“Sigue siendo un bono ilíquido, con una brecha importante entre la punta compradora y vendedora, lo que indica que la compañía sigue con problemas y mientras no demuestre un cambio direccional importante en los resultados, el mercado estará reticente a llevarlo a niveles más normales de precio”, argumenta.
“Es una empresa que aún no genera utilidades y lo que ha logrado es ganar tiempo, pero si no consigue un comprador es difícil que la empresa sea exitosa”, advierte Friz.
“En el corto plazo se ve un menor riesgo, dado que la compañía logró mejorar ostensiblemente su posición financiera. Sin embargo, aún tiene importantes desafíos que podrían poner nuevamente en riesgo su solvencia, principalmente ligados a revertir los resultados de los últimos años”, destaca Thenoux.