Momentos decisivos son los que debe cruzar Grecia para obtener un nuevo tramo de rescate financiero a principios del próximo año. Tras las últimas reuniones y la reciente aprobación del presupuesto 2013, que implicó un recorte de 9.500 millones de euros, el indicador bursátil Athens Stock Exchange General Index (ASE) opera sin un rumbo claro.
Ayer, el ASE presentó una baja de 3,63%, mientras que sus pares europeos no cayeron más de 0,90%, como fue el caso del IBEX 35 español.
El panorama ha estado marcado por la volatilidad. De hecho, a fines de octubre y principios de este mes se registraron retrocesos de hasta 6,28%, para luego observar rebotes.
En medio de este escenario, las buenas intenciones anunciadas por el multimillonario George Soros pasaron inadvertidas. Soros manifestó que está dispuesto a comprometer una importante suma de dinero con el fin de ayudar a Grecia que se encuentra en una crisis humanitaria, según Bloomberg. “Sin embargo, ayudarles sin dar una solución global a la crisis que afecta al resto de la población no provocará sino más odio”, agregó.
El jefe de renta variable internacional de Cruz del Sur, Gustavo Schmincke, aseguró que el dinero no parece ser relevante porque el problema es el ajuste a largo plazo. “No está ni cerca de ser un tema que solucione el problema por completo”, dijo el analista.