La crisis de deuda se sigue expandiendo por el territorio europeo y ya tocó las puertas de la locomotora del Viejo Continente, Alemania. Tras la desastrosa venta de sus bonos ayer, el rendimiento de estos instrumentos subió más de 13% en los últimos dos días llegando por encima de 2% y perdiendo su estatus de refugio, que hasta hace poco compartía con las notas del Tesoro de EEUU.
Sin embargo, las malas noticias se confirmaron ayer con el anuncio de la canciller alemana, Angela Merkel, que reiteró su negativa a los eurobonos, que son vistos por muchos analistas como una salvación ante la inminente crisis financiera que sigue rondando a los países europeos.
La respuesta de Merkel provocó una inmediata reacción en los mercados del Viejo Continente y también en los soberanos: los bonos italianos se derrumbaron ayer -su rendimiento llegó a más de 7%- y en Portugal a lo anterior se sumó la baja en la nota crediticia por parte de Fitch, que la situó en calidad de basura, con lo que el yield de sus bonos se elevó por encima de 9% nuevamente.
Por su parte, en España el primer ministro electo, Mariano Rajoy, habría presionado al Banco Central Europeo (BCE) para que continuara con su política de compra de deuda, de tal manera de contener las tasas de los bonos. El saliente primer ministro de España, José Luis Rodríguez Zapatero, estaría de acuerdo con la posición de Rajoy, según afirmó el diario El Mundo.