La presidenta Michelle Bachelet envió el pasado 31 de marzo el proyecto de reforma tributaria al Congreso, en pleno período de realización de las juntas de accionistas de las sociedades anónimas locales.
Desde entonces ha pasado mucha agua bajo el puente y hoy el proyecto se discute en particular en la comisión de Hacienda del Senado -tras la firma de un acuerdo entre Hacienda y la oposición-, pero una cosa no ha cambiado respecto a la iniciativa original: el fin de Fondo de Utilidades Tributables (FUT) y el efecto que eventualmente tendría en la capitalización de las empresas. Y algo de aquello se habría manifestado en la política de dividendos de las empresas.
Es que según datos de EuroAmerica, un 53% de las empresas IPSA acordaron aumentar el porcentaje de reparto de utilidades a sus accionistas este año en relación a 2013, considerando las 34 compañías del selectivo que entregaron dividendos en el ejercicio (ver tabla).
Según Alfredo Parra, analista de EuroAmerica, el hecho de aumentar la política de dividendos responde a una serie de factores, pero principalmente se asocia a la falta de nuevos proyectos atractivos o con el nivel de rentabilidad mínima exigida por los accionistas.
“Durante 2011 y 2012 se desarrollaron una serie de aperturas bursátiles y aumentos de capital, donde las compañías recaudaron recursos cuyo principal destino era el desarrollo de nuevos proyectos. Ahora bien, con el transcurso del tiempo, gradualmente el abanico de de proyectos rentables se fue acotando y dado que las compañías no cuentan con tantas alternativas de inversión rentables, lo más natural es que se retengan menos utilidades, que resulta en un aumento en la política de dividendos”, explica.
En esa línea, señala que los planteamientos expuestos por la reforma tributaria se reflejarán en los años venideros en términos de sus dividendos, “en función del desarrollo de la implementación de los cambios tributarios”.
De hecho, tras la firma del protocolo de acuerdo, si bien se elimina el FUT, se crea un nuevo incentivo al ahorro de las empresas que considera una reducción de la base imponible para las compañías con ventas de hasta 100.000 UF, que va desde un 20% a un 50% de las utilidades dependiendo el régimen tributario que elijan -entre un sistema parcialmente integrado y otro de renta atribuida voluntaria-, con un tope de 4.000 UF en ambos casos.
En EuroAmerica especifican que aún se encuentran analizando el planteamiento expuesto en el acuerdo, pero indican que en términos generales, “la eliminación del FUT generará un sesgo en la mayor parte de las empresas orientado a un mayor endeudamiento, privilegiándose el financiamiento externo en lugar de contar con utilidades retenidas”.
De acuerdo a la Ley de Sociedades Anónimas, las entidades tienen la obligación de distribuir anualmente como dividendo en dinero a sus accionistas a lo menos el 30% de las utilidades líquidas de cada ejercicio, “salvo que exista un acuerdo diferente adoptado en junta, por la unanimidad de las acciones emitidas”.