Ante la incertidumbre provocada en el mercado por la renuncia de Steve Jobs como CEO de Apple, lo natural es mirar qué ha ocurrido en casos similares en la historia de Wall Street.
El problema es que el comportamiento de las acciones no ha sido el mismo para todos los casos, por lo que no es raro que los tenedores de acciones de la tecnológica estén confundidos. En el caso de Microsoft, las acciones subieron un 38% un año después que Bill Gates dejara el cargo de CEO en junio de 2006. Igualmente, la salida de Michael Eisner de Walt Disney en septiembre de 2005 se tradujo en un alza de 28% en las acciones en los 12 meses siguientes.
Por el contrario, General Electric experimentó una baja anual de 16% tras la partida de Jack Welch en septiembre de 2001. Otro caso fue la ausencia de Michael Dell como CEO de Dell Inc., que también afectó a los títulos de esa compañía, provocando una baja de 27% entre el período que anunció su renuncia en marzo de 2004 hasta su regreso en enero de 2007.
¿Sobrevaloración por las figuras icónicas? La respuesta más justa parece ser que sí.
Por ahora, el nombramiento de Tim Cook como nuevo CEO de Apple ha arrojado tres alzas consecutivas de las acciones.