Esta semana finalizan las compras de bonos de madureces largas por parte de la Fed, esfuerzo conocido como Operación Twist. Si bien esta medida cumplió con su meta de aplanar la curva de rendimiento, tuvo otro efecto: ayudar a generar una banda en la que los Treasuries se deberían mover en los próximos meses. Esto porque quienes compran esos papeles los miran como refugio ante los problemas de Europa.
El gerente de estudios de Tanner, Claudio González, indicó que de todas maneras aún es pronto para aventurar una tendencia para las tasas de interés. Añadió que es difícil ver qué efecto predominará en el mediano plazo”, para determinar hacia dónde se dirigirán el rendimiento de los Treasuries.
A esto, el analista de Bice Inversiones, Cristobal Doberti, agrega que también se tienen que considerar las decisiones fiscales del gobierno de EEUU, ya que éstas determinarán el rumbo que tome su economía.
En lo que coinciden todos los analistas es en que no existen hoy condiciones para un Quantitative Easing 3 (QE3), la agresiva medida que la Fed podría aplicar para inyectar liquidez al mercado de ser necesario. “Es difícil que los bonos del Tesoro se mantengan abajo”, afirma Luis Felipe Alarcón, de BCI Inversiones, ya que los datos macroeconómicos de EEUU están dando algo de holgura para que las tasas vuelvan a subir.