Aunque enero parecía que iba a ser un mes más tranquilo para los mercado, el rebrote de las preocupaciones en Europa volvió a poner nerviosos a los agentes.
Ayer los principales mercados del Viejo Continente cayeron en una nueva jornada de incertidumbre por la tormenta griega, que aún parece lejana a encontrar una solución. Así, mientras los 27 líderes de las economías europeas debatían en torno a los mecanismos para que Grecia no caiga en default, los inversionistas se mostraron temerosos e impulsaron la renta variable a cerrar sus operaciones con fuertes pérdidas superiores al 1% en gran parte de sus plazas.
De esta forma, el principal indicador español, el IBEX 35, lideró los magros desempeños del continente, logrando levemente mantenerse por sobre los 8.500 puntos. Más atrás, el CAC frances y el FTSE MIB de Milán también superaron largamente las pérdidas por sobre el 1%, al igual que el índice Euro Stoxx, que mide a las 50 principales empresas de Europa y que cerró en -1,31%. En tanto, el DAX alemán y el FTSE 100 de Londres registraron las menores caídas de la sesión.
El mundo mira a Europa
La presión bajista de Europa se instaló también rápidamente en la bolsa neoyorquina, que inició la semana repitiendo los descensos del viernes. Eso sí, Wall Street terminó el día con bajas moderadas.
En Latinoamérica sólo México y Colombia se desmarcaron y cerraron el día en positivo.
En el caso del IPSA, pese a estar toda la jornada en negativo, compras de último minuto, en un día de bajas transacciones, permitieron que cerrara con una leve variación negativa de 0.09%. Operadores explicaron que en una jornada tan volatil y de pocos negocios “cualquier compra puede levantar al indicador en pocos minutos”.