Los bancos tendrán plazo hasta el 30 de abril de 2015 para que sus cajeros automáticos tengan un tiempo de disponibilidad de efectivo (también conocido como "up time") que sea al menos de un 95%. De lo contrario, a partir de esa fecha, podrían ser amonestados e incluso sancionados por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
Y es que ayer el regulador del sector puso en consulta la normativa que ordena la materia, por primera vez en nuestro país, donde consignó dicho plazo.
Los comentarios al documento se recibirán hasta el 26 de diciembre y las entidades financieras podrán entregar la información que le solicita la SBIF. Tras ello, la entidad supervisora analizará la información y publicará la normativa definitiva durante la primera quincena de enero. Así, desde que entre en vigencia hasta el último día de abril se dará un período de transición o de puesta en marcha para que los bancos puedan ir adecuándose a las nuevas exigencias.
Además, la nueva regulación establecerá criterios diferenciados dependiendo del horario de operatividad que tenga cada dispensador. Es decir, habrá exigencias distintas para un cajero que opera 24/7 respecto de uno que lo hace entre las 9:00 y las 14:00 en una sucursal, como también de uno que se ubique al interior de los comercios, que generalmente abren desde las 9:00 hasta las 10:00.
El presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad, valoró que la norma "funcione sobre parámetros objetivos. Es una buena noticia que se defina la forma de cómo se calculan el 'up time' definiendo los deducibles que tiene cuando un cajero entra en reparación y definiendo los horarios por lo cual cada cajero funcione".
¿Será posible cumplir?
Al ser consultados si se podrá cumplir con el "up time"de 95%, los ejecutivos de la industria no llegaron a un consenso.
El presidente de BancoEstado, Rodrigo Valdés, señaló que la norma "es muy demandante, pero antes de hablar del 95% hay que ponerse bien de acuerdo en cómo se mide".
Además, el titular del banco estatal enfatizó que "hay que poner estándares lo más demandantes posibles para mejorar el sistema y habrá que gastar un poco más".
Por otro lado, el gerente general de Bci, Lionel Olavarría, se mostró bastante positivo al respecto: "Yo creo que haciendo la colaboración público privada que estamos realizando (en esta materia), se podría conseguir" el estándar mencionado.
Sin embargo, advirtió que las medidas del decreto 222 podrían dificultar en cierta medida este cumplimiento, porque "de alguna forma comprime mucho los horarios en que uno puede reponer la carga" de los dispensadores.
Quien tomó mayor distancia sobre el cumplimiento fue el gerente general de Santander, Claudio Melandri, quien dijo que sólo pueden comprometer un nivel de disponibilidad de 95% en los dispensadores que están en sus sucursales.
Se podría revisar el 222
Tras lanzar el centro de monitoreo integral de cajeros del Bci, el gerente general de la entidad, Lionel Olavarría, afirmó que han invertido cerca de US$ 30 millones en implementar medidas de seguridad para mejorar el servicio de los cajeros.
Asimismo, el ejecutivo dijo que si se toman medidas, como monitorear los dispensadores para disminuir los robos y atentados, "podríamos pensar en una revisión (del decreto 222), puesto que no es necesario hacer todo lo que el decreto dice".
Cobros interbancarios
El presidente de BancoEstado, Rodrigo Valdés, anunció que pondrán en funcionamiento 262 dispensadores antes de Navidad. Además, indicó que los bancos han iniciado conversaciones para actualizar los cobros interbancarios -cuánto le cobra un banco a otro por ciertas operaciones-, el cual tomará varios meses. En este proceso se ajustarán los precios de arriendos del lugar donde se instala un cajero, entre otros, acotó.