Durante la primera mitad del ejercicio el banco británico perdió
592,2 millones de libras (746 millones de euros), frente a las utilidades de
188,2 millones de un año antes. Tras ser nacionalizado y rescatado por el
Gobierno, Northern Rock devolvió a sus clientes un total de 9.400 millones y le
queda por pagar otros 17.500 millones. Según las previsiones de la entidad,
hasta 2011 no abandonará los números rojos.
A pesar del préstamo que le dio el Gobierno a principios de
año Northern Rock ha registrado importantes pérdidas en los seis primeros meses
del ejercicio como consecuencia, según ha explicado su presidente, Ron Sandler,
por los menores ingresos netos procedentes de intereses y de otros negocios.
Además, la entidad ha incrementado sus provisiones por posibles impagos y ha
registrado un volumen de nuevos préstamos por debajo de lo esperado.
Después de la crisis de liquidez que sufrió en febrero y que
obligó al Gobierno británico a intervenir el banco de Newcastle, la entidad ha
reconocido que no espera abandonar las pérdidas hasta 2011. Concretamente,
Sandler ha explicado que, "como se indicaba en el plan", el banco
registrará "pérdidas significativas" en 2008, y previsiblemente se
mantendrá en números rojos hasta 2011 debido al plan de reestructuración y a
que el entorno crediticio sigue estando "difícil".
No obstante, el presidente de la entidad también ha
asegurado que su compañía se encuentra por delante de los plazos marcados por
el plan de viabilidad en cuanto a la devolución del préstamo -antes del término
de 2010- y ha mostrado su confianza en que Northern Rock comience a recoger
beneficios a partir de 2012.
Según Sandler, las condiciones del mercado han empeorado en
los últimos tres meses, lo que se refleja en las cuentas de la entidad que
preside. Los retrasos de más de tres meses en el pago de los préstamos por
parte de los clientes se han duplicado en la primera mitad del ejercicio, hasta
alcanzar un 1,18%. En cuanto al número de propiedades embargadas, también se ha
registrado un incremento desde 2.215
a 3.710. Esta es la principal razón por la que el
Gobierno ha llevado a cabo una revisión del plan de viabilidad que supondrá la
conversión en acciones ordinarias tanto de los 400 millones de libras de
acciones preferentes que posee como de 3.000 millones de deuda pendiente de
pago.
La operación requerirá una nueva aprobación de la Comisión Europea,
ya que se trata de ayudas estatales, y no supondrá ninguna transferencia de
liquidez para Northern Rock.