El nuevo sistema previsional chileno partió con la puesta en marcha de la reforma de pensiones, proceso en el que se tomarán definiciones cruciales en los próximos meses, 2026 y 2027.
El nuevo esquema ya comenzó con la construcción del nuevo régimen de inversiones para los fondos generacionales, que sustituirán a los actuales multifondos de las AFP.
Entre las definiciones que generan mayor inquietud en la industria previsional y financiera están el glidepath (trayectoria de inversión) y el establecimiento del benchmark, vale decir, la cartera de referencia.
La presidenta de la Asociación de AFP, Paulina Yazigi, explicó que “el glidepath establece la estrategia de inversión que seguirá cada generación a lo largo del tiempo, señalando cómo evoluciona el ‘asset allocation’ y el perfil de retorno riesgo de los portafolios a medida que los afiliados se acercan a la edad de retiro”.
La economista recalcó que ese glidepath “no es estático, debiera ir cambiando en el tiempo, tanto su eje central (cartera referencia o benchmark), como su cartera más táctica (de más corto plazo)”.
“La experiencia internacional muestra que los fondos generacionales tienen el potencial de mejorar las tasas de reemplazo, pero para conseguirlo, el diseño del glidepath es crucial”, sostuvo la vicepresidenta de FIAP, Karol Fernández. La presidenta de la AAFP, Paulina Yazigi planteó que “es clave que el diseño busque maximizar la rentabilidad esperada”.
Espacio para las AFP
Uno de los cuestionamientos que han realizado las AFP tiene que ver con que la trayectoria de inversión sea definida por la Superintendencia de Pensiones, mientras que en otros países han sido las propias administradoras las que lo diseñan, considerando las características de sus afiliados, el contexto del mercado financiero, los retornos, la volatilidad, entre otros.
Sin embargo, Yazigi anticipó que “vemos que existe un espacio para que cada AFP pueda proponer su propia cartera de referencia”.
En concreto, señaló que “la ley no prohíbe que cada AFP proponga su propia cartera de referencia o glidepath, siempre que cuente con la supervisión y aprobación de la Superintendencia de Pensiones”.
A juicio de la titular del gremio, lo óptimo sería avanzar hacia ese modelo, “mientras el regulador se encargue de supervisar el cumplimiento, los riesgos, los límites y la coherencia de los benchmarks”.
Yazigi expresó que “esto permitiría premiar la buena gestión y la innovación, manteniendo al mismo tiempo un marco regulatorio claro y responsable”.
Claves del diseño
Para la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), Karol Fernández, hay al menos tres grandes preocupaciones en el mercad0.
“Primero, que por su naturaleza el regulador siempre es más conservador que los administradores, por lo que si el glidepath se define de forma muy conservadora afectará el retorno de largo plazo que pueden tener los trabajadores, especialmente los más jóvenes”, alertó.
En segundo lugar, mencionó los impactos que puede tener sobre los montos de pensión el ajuste de los portafolios para ajustarse al glidepath. “Este rebalanceo debe realizarse de forma paulatina y ordenada, para evitar liquidaciones masivas de algunas clases de activos que pueda tener efectos negativos para los afiliados”, manifestó.
Por último, Fernández agregó un ingrediente adicional: además del glidepath, el regulador definirá un benchmark (cartera de referencia) para definir los premios y castigos para las AFP.
“Si ese benchmark es muy detallado, implicaría que en la práctica, el regulador estaría definiendo la estrategia de inversión de las AFP, lo cual podría diluir el rol fiduciario de las AFP”, advirtió.
Yazigi también abordó la preocupación por el diseño de benchmarks, en especial, de que éste “se haga con demasiada granularidad o rigidez, estableciendo límites muy detallados para cada clase de activo”.
Efectos negativos
A juicio de Fernández, una definición equivocada podría generar que la tasa de reemplazo final sea peor que la que se tenía antes de la transición. “La experiencia internacional muestra que los fondos generacionales tienen el potencial de mejorar las tasas de reemplazo, pero para conseguirlo el diseño del glidepath es crucial”, enfatizó.
Yazigi coincidió con que una trayectoria mal diseñada puede traducirse en menores rentabilidades y, por ende, en menores pensiones.
“Para dimensionarlo: la pérdida de solo un punto porcentual en la rentabilidad puede reducir la pensión en un 20% o 25%. Incluso una diferencia de apenas 0,25 puntos porcentuales puede equivaler, en monto, al esfuerzo que significó el aumento reciente de la Pensión Garantizada Universal (PGU)”, manifestó la titular del gremio.
En esa línea, concluyó que “es clave que el diseño busque maximizar la rentabilidad esperada, resguardando los niveles de riesgo adecuados, especialmente en la etapa cercana a la jubilación, de modo de optimizar las tasas de reemplazo”.