La intervención de dos entidades más en Estados Unidos fue
la gota que colmó el vaso y acrecentó los temores entre los inversores
asiáticos que recogieron las noticias llegadas de la primera economía del mundo
con cautela y llenaron de rojo las pantallas bursátiles.
La quiebra de las entidades National Bank y First Heritage
Bank, que el pasado viernes aumentaban a siete el número de firmas financieras
que han decretado la bancarrota llenó de miedo a los inversores asiáticos
después de que la Administración estadounidense se viera obligada a intervenir
estos dos bancos después de que el Depósito Federal de Seguros cerrara las 28
oficinas de estas compañías, cuyo propietario original es First National Bank
Holding.
Este factor sumado al repunte del crudo (124,4 dólares) tras
la tregua de las dos últimas semanas disparó las alarmas en Asia. El indicador
regional MSCI cedió un 2,2% y vivió su tercera jornada consecutiva en negativo.
El principal indicador asiático, el Nikkei 225, ha cerrado con
descensos del 1,46%, hasta los 13.159 puntos.
En Hong Kong las caídas llegaron hasta el 2,4%, mientras que
en Taiwan los recortes fueron del 3%. El Kospi coreano cedió un 2% lastrado por
el castigo que recibieron Samsung Electronics y LG Electronics después de que
la semana pasada realizaran una previsiones economicas nada favorables. Y en
Australia los descensos rozaron el 1,5% debido a los recortes del 4% que
sufrieon el Commonwealth Bank of Australia y el National Australia Bank.
De vuelta a Japón, los valores financieros terminaron a la
baja una vez más por los temores sobre la primera economía del mundo, un factor
que debilitó el dólar en favor del yen y provocó recortes en las firmas
exportadoras. Toyota perdió cerca del 3% al recortas sus previsiones de ventas.