Wachovia rompió la racha positiva de cuentas en el sector
financiero estadounidense y volvió a instalar la incertidumbre que pesa sobre
los mercados de crédito. La entidad ha presentado unas pérdidas históricas de US$
8.900 millones acompañadas de una rebaja en su dividendo del 87%. Su lectura en
la preapertura es un desplome de sus títulos del 10%.
Estas pérdidas históricas (ó 4,2 dólares por acción)
corresponden al segundo trimestre del año y se deben a un carga de US$ 6.100
millones relacionados con las provisiones que ha tenido que realizar para
afrontar la crisis subprime. Sin contabilizar esta carga su pérdida por acción
es de 1,27 dólares, casi el doble de los 71 centavos que esperaban los
analistas consultados por FactSet.
Wachovia encadena así su segundo trimestre con pérdidas en
su balance, algo que no le sucedía desde hace 20 años, según datos de
Bloomberg. Con estos datos sobre la mesa, la quinta entidad de Estados Unidos
ha anunciado un recorte drástico de su dividendo del 87%, hasta los 5 centavos
por acción.
Las provisiones a las que ha tenido que enfrentarse y la
segunda rebaja de su dividendo en los tres últimos meses guardan también una
estrecha relación con la adquisición en octubre de 2006 de la hipotecaria
californiana Golden West Financial por 24.200 millones de dólares. Desde que
Wachovia realizara esta compra sus títulos se han desplomado un 75% en la Bolsa
de Nueva York.
A contracorriente
Las cuentas Wachovia se han desmarcado de las que nos han
dejado los grandes bancos de la primera economia del mundo en las últimas
sesiones. Ayer Bank of America, el mayor banco de Estados Unidos se sumó a la
oleada de resultados mejores de lo previsto en el sector bancario pese a que
anunció un descenso del 41% en su beneficio del segundo trimestre, hasta los
3.410 millones de dólares.
La nota positiva de estas cuentas se sumó a la que el
viernes puso Citigroup al presentar unas pérdidas de 2.500 millones de dólares
que sorprendieron a un mercado que esperaba que sus números rojos superaran los
3.670 millones. El día antes fue JPMorgan, el tercer banco de inversión de
Estados Unidos el encargado de sorprender positivamente a los mercados, y un
día antes Wells Fargo.
Esta mejora en unas cuentas teñidas de rojo difiere por
completo con el rosario de pérdidas que anunció el jueves pasado, al cierre de
Wall Street, Merrill Lynch. Este banco de inversión registró unos números rojos
de 4.900 millones relacionados con la crisis subprime.