La Bolsa de Nueva York reaccionó hoy
con gran entusiasmo a los datos de empleo difundidos en Estados
Unidos y el Dow Jones de Industriales arrancó la sesión con un
avance de 1,12%, pese a que la tasa de desempleo alcanzó el 9,6% en
agosto.
Al cumplirse el primer cuarto de hora de negociaciones de esta
última sesión de la semana, ese indicador bursátil ganaba 115,61
puntos y llegaba a 10.435,71 unidades, al tiempo que el selectivo
S&P 500 ascendía 1,25%, ya que escalaba 13,6 puntos y alcanzaba
los 1.103,70 enteros.
El índice compuesto que mide la evolución del mercado Nasdaq
subía un 1,46%, puesto que avanzaba 32,18 puntos y se instalaba en
torno a las 2.232,19 unidades.
Estos tres indicadores ya estaban predispuestos a recibir con los
brazos abiertos las cifras de empleo difundidas antes de la apertura
de la sesión, pese a que los inversores eran conscientes de que
reflejarían un aumento de la tasa de desempleo.
Así, en las operaciones electrónicas previas ya registraban
pronunciados avances, lo que permitió el fuerte arranque registrado
al darse la campanada que simbólicamente abre el mercado cada mañana
en Wall Street.
Pese a que estos datos reflejan una destrucción de empleo durante
el mes pasado, los analistas esperaban que en agosto se perderían
entre 80.000 y 105.000 empleos, lo que explica la buena acogida que
tuvo la difusión de estas cifras en los primeros compases de la
sesión.
Además, en el sector privado se registró un aumento neto de
67.000 puestos de trabajo, que se suma a los 107.000 añadidos en
julio. La mayoría de los analistas había calculado un incremento de
40.000 empleos en las empresas.