Tendencias

"Nuevo gobierno, nuevos códigos y el desafío urgente de transformación para las empresas "

La socia y fundadora de Almabrands, Carolina Altschwager, nos da su opinión al respecto de los cambios que se han ido percibiendo a partir de los primeros meses del nuevo gobierno. ¿Qué preguntas nos debemos hacer? Se plantea la experta.

Por: | Publicado: Jueves 12 de mayo de 2022 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

En un siglo XXI que requiere de instituciones fuertes, normas claras y un permanente trabajo de las confianzas, las empresas han sabido adoptar y acelerar algún tipo de transformaciones que requiere el entorno y la sociedad. Cuando se trata de innovación, el sector privado muestra casi siempre una mayor eficiencia que el sector público.

Sin embargo, en las últimas semanas, hemos visto cambios significativos que no vienen de las empresas. Señales que se adelantan a su proceder, e incluso, las emplazan a agilizar sus procesos de transformación para poder conectarse realmente con las personas y la sociedad. 

En ese sentido, el nuevo gobierno parece captar de mejor forma estas señales que se instalan como códigos o principios a considerar. No son nuevos; los veníamos observando y escuchando en la calle, en las demandas sociales, pero puedo decirlo con certeza, no son las empresas las que llevan la delantera en cambios valóricos y sociales tan importantes como:

El profundo valor de las mujeres, la diversidad y la inclusión. La capacidad transformadora de una sociedad proviene, de forma importante, del potencial de integrar nuevas y más diversas miradas: mujeres, jóvenes, las regiones y ámbitos de formación diferente. Específicamente, cómo no destacar la alta participación de las mujeres, que trasciende las cuotas y que pone al centro el reconocimiento de las trayectorias particulares que cada una ha desarrollado para tener un lugar relevante en este gobierno. 

Una nueva estética y renovada libertad de expresión. La diversidad también se expresa en una estética y en nuevas formas que dejan atrás el uniforme de la formalidad tradicional en política para dar mayor libertad a la expresión del modo de ser único y particular de cada persona.

La necesidad de romper las asimetrías tradicionales, desarrollar relaciones horizontales y sentar bases explícitas de que en política, el diálogo es necesario para avanzar, tienen que ver con la construcción de un vínculo con las comunidades, con el Chile de todas y todos, refundando una nueva confianza y una política del pueblo y no de una elite.

La urgencia y relevancia intransable de cuidar nuestro planeta y naturaleza con compromiso claros y concretos como lo constituye el acuerdo de Escazú. Que no existan dudas de que el sentido ecológico y responsable con el medio ambiente va a estar al centro de las decisiones y de los focos de trabajo de este nuevo período.

El sentido final de todo lo que hacemos está puesto en las nuevas generaciones. El quehacer político y empresarial es técnico, en gran medida, pero también con un fuerte componente emocional y social. Lo que hacemos hoy es para los niños, sus ilusiones, sus proyectos y su futuro. Preguntarnos si lo que estamos decidiendo y haciendo hoy es lo que queremos para nuestros hijos pone la dimensión humana de construir poniendo a la sociedad al centro.

¿Cómo entienden todo esto las empresas? ¿Lo miran con recelo? ¿Cuánta diversidad están integrando? (más allá de las mujeres.) ¿Qué están haciendo para reducir las asimetrías y desconfianzas que hoy existen con trabajadores, comunidades y clientes? ¿Cuán comprometidas están en poner al centro el cuidado de nuestro planeta? ¿En qué medida las decisiones que están tomando hoy consideran el mundo que vamos a dejar para los niños y las generaciones futuras? Estas son las preguntas que deberían estar hoy inspirando a los Comités Ejecutivos y Directorios de las empresas en nuestro país. Son las preguntas que determinarán su relevancia futura como parte de un todo social del cual no pueden, ni deben, dejar de ser parte.

Lo más leído