Protestas sociales siguen causando problemas a Evo Morales

El presidente boliviano está lidiando con el descontento social a medida que se desgasta su capacidad para satisfacer a su amplia base.

Por: | Publicado: Jueves 29 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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El presidente boliviano Evo Morales continúa lidiando con el malestar social. Es probable que su reducida capacidad para satisfacer las expectativas de su diversa base de apoyo continúe impulsando el descontento público.

En las últimas semanas, una serie de protestas se han realizado en el país, como un piquete en los edificios públicos en La Paz por parte de discapacitados que buscan el pago mensual de beneficios. El gobierno inicialmente rechazó aceptar sus demandas, citando limitaciones de presupuesto, pero posteriormente cedió después de una brutal respuesta de la policía a los manifestantes que avivó el apoyo público a su causa.

Según una encuesta mensual de Ipsos-Apoyo, el respaldo a Morales creció a 39% en febrero, desde 35% en enero. Sin embargo, es poco probable que la tendencia al alza siga, ya que el sondeo se realizó mucho antes de que las recientes protestas alcanzaran su apogeo.

Las múltiples protestas sociales en Bolivia no sólo han afectado los índices de aprobación de Morales, sino que también su salud. A comienzos de marzo, Morales ingresó a un hospital después de mostrar síntomas de agotamiento, lo que más tarde mostró estar relacionado con su estilo hiperactivo de gobierno y una “dieta deficiente”.



No habrá colapso


La EIU no espera que una avalancha de protestas escale lo suficiente para que el gobierno colapse, como fue el caso de episodios similares en la pasada década. El superávit fiscal esperado por el gobierno le permitiría ofrecer concesiones para disipar el malestar, siempre y cuando esto se mantenga enfocado en temas específicos y no en forma coordinada, y que esto impulsará la estabilidad política. El crecimiento económico general, que se espera promedie más de 4% durante los próximos cinco años, también respaldará la estabilidad social en general.

Morales aún podrá apoyarse en la fuerte presencia municipal y departamental del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), y de varios movimientos sociales leales y sindicatos (en particular su propio y poderoso sindicato de cocaleros) para el apoyo político.

Pero si los conflictos particulares se generalizan o si las autoridades asumen un enfoque duro para reprimir las protestas públicas, se podría desencadenar una solidaridad más amplia entre el público y gatillar acciones más coordinadas y desestabilizadoras. Esto elevaría el riesgo de una crisis política que podría resultar en el quiebre del MAS en facciones rivales y en una oposición envalentonada para desafiar al partido gobernante en las elecciones de 2014 o antes. Sin embargo, asignamos sólo una probabilidad moderada a este escenario.

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