Reequilibrio de la oferta haría que petróleo baje a largo plazo

Un menor consumo por los altos precios, una distensión con Irán y la acumulación de stocks impactarán en los costos.

Por: | Publicado: Jueves 12 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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Los altos precios del petróleo amenazan la economía global. Las tensiones por el programa nuclear de Irán hacen temer nuevas alzas este año. Las sanciones contra Irán pronto entrarán en vigor y los mercados parecen dudar del mensaje tranquilizador de Arabia Saudita sobre la oferta. EIU espera que la cotización del crudo Brent siga elevada, con un promedio de 
US$ 120 por barril en abril-junio. Aunque el riesgo de un shock petrolero es real, el panorama de la oferta no es tan estrecho como pueda sugerir el mercado. Los valores deberían relajarse a fines de 2012 si se evita un conflicto militar con Irán.

Los precios del crudo han subido fuertemente desde comienzos de año. El Brent promedió US$ 125,5 en marzo, tras US$ 119,7 en febrero y US$ 107,9 en diciembre de 2011. El avance refleja interrupciones actuales del suministro y temores a cortes más extremos. A medida que ingresamos al segundo trimestre del año -tradicionalmente un momento de debilidad en los precios debido a la caída de la demanda de crudo de las refinerías por tareas de mantenimiento-, la tendencia al alza probablemente persista. La incertidumbre por el impacto del embargo de la Unión Europea sobre el petróleo iraní y la aceleración de sanciones financieras contra Irán continuará.

Aparte del temor al riesgo en la oferta, el mercado también es responsable de la actual situación. Aunque la retórica sobre Irán dominó los titulares en los primeros tres meses de 2012, varios “apagones” en productores menores llevaron a una oferta menor a lo esperado a fines de 2011. La producción de Siria y Yemen cayó debido a la tensión social en dichos países, y el oleoducto que lleva crudo de Sudán del Sur ha sido cerrado por tensiones entre ese país y Sudán. La producción en el Mar del Norte ha sido débil, y aparentemente el suministro del Kurdistán iraquí se suspendió. Aunque estos cortes son menores, el efecto acumulativo ha eliminado cerca de 1 millón de barriles diarios (b/d) de crudo del mercado desde comienzos de año.

Para contrarrestar estas interrupciones, Arabia Saudita ha aumentado la producción, lo que es importante no sólo porque el país es el mayor exportador, sino representa virtualmente la capacidad global total de reserva. La producción saudita fue de unos 10 millones de b/d en marzo, tras un promedio de 9,38 millones de b/d en el cuarto trimestre de 2011. Según la consultora Platts, la producción de la OPEP sumó 31,39 millones de b/d el mes pasado, por sobre la meta del bloque de 30 millones de b/d, impulsado por más producción de Irak, Arabia Saudita y Libia.

Hasta ahora, la mayor producción saudita y de la OPEP han tenido escaso impacto en los precios. El Brent sigue por sobre los US$ 120, un nivel que -de mantenerse- amenazaría el crecimiento económico en un momento en que la economía global es particularmente vulnerable a estos shocks. La recuperación de EEUU sigue frágil, hay señales de desaceleración en China, y la eurozona sufre una crisis financiera. Aunque los altos precios del crudo son potencialmente desastrosos para grandes consumidores de petróleo como EEUU y China, también pueden ser problemáticos para los productores. Pueden llevar a una destrucción permanente de la demanda e impulsar la inversión en fuentes alternativas de energía.

Por el momento, los mercados parecen haber ignorado el posible impacto de un aumento de la oferta, y se han enfocado en cambio en la consecuente caída en la capacidad de reserva global que implicaría un aumento en la producción saudita.



Irán ya sufre


En tanto, Irán tiene problemas para encontrar mercados para su petróleo. Las exportaciones de crudo persa de marzo cayeron unos 300.000 b/d a sólo 1,9 millones b/d. Parte de la caída reflejó la ausencia de compradores europeos, pero otra cara del problema es la creciente dificultad que los compradores enfrentan para pagar por petróleo, dadas las sanciones contra Irán. Además, siempre se esperó una caída de la producción persa este año debido al envejecimiento de los yacimientos y una inversión insuficiente.

Estimamos que Irán hallará mercados para su petróleo. El amplio mercado emergente -en particular, en Asia- ha prometido cumplir las sanciones de la ONU contra Irán, pero no las de EEUU y probablemente halle formas de recibir suministros de crudo persa. India, por ejemplo, recientemente ofreció incentivos tributarios a los exportadores por ventas en rupias a Irán, en un intento de reforzar las exportaciones indias al país a cambio de petróleo.



Diálogo continuará


El diálogo internacional entre Irán y seis potencias (EEUU, Francia, Alemania, Reino Unido, China y Rusia) se reaudará en Estambul a mediados de abril. Ambas partes tienen mucho en juego. Es un año de elecciones en EEUU y el gobierno de Obama está atento a la opinión pública. Es probable que una solución militar sea impopular en el electorado. Desde la perspectiva iraní, la estrategia de negociación sería buscar comprar tiempo y tendría éxito, ya que parece haber escaso apetito en las partes por escalar las tensiones.

Aunque la controversia en torno al programa nuclear de Irán continuará, este año aparentemente será un factor menos crítico en el mercado del petróleo. Una importante posibilidad es una liberación de reservas estratégicas. Aunque esto sólo tendría una influencia temporal sobre los precios, esperamos que el mercado reconozca que la oferta es suficiente y los precios comiencen a bajar en el curso del segundo trimestre de 2012.

En consecuencia, los precios cederán aún más en la segunda mitad del año, a medida que la interrupción por el embargo de la UE al petróleo persa se aclare. Un menor crecimiento del consumo del petróleo en la OCDE (exacerbado por los recientes altos precios) y la acumulación de stocks también impactarán en la cotización. De hecho, esperamos que el mercado global pase de un déficit (donde la oferta es menor a la demanda) en promedio en 2011 a un superávit en 2012. En otras palabras, a medida que los temores de la oferta se alivien en un momento de baja de demanda global, los precios bajarán.

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