Paolo Colonello, Leo Prieto y Manuel Rozas Emprender y crecer desde Los Lagos
Desde la puerta de entrada a la Patagonia, los fundadores de Lemu, Diio y Kura Biotech relatan por qué eligieron Frutillar y Puerto Varas como base, cómo esto transformó sus proyectos y por qué creen que el futuro del emprendimiento en Chile está lejos de Santiago. Por Renato olmos
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 10 de noviembre de 2025 a las 04:00 hrs.
Foto: Asistida por IA
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Por distintas razones tres emprendedores consolidados decidieron instalarse con sus familias y startups en la Región de Los Lagos. Paolo Colonello, socio de Diio y Leo Prieto, fundador de Lemu, en Frutillar, y Manuel Rozas, cofundador de Kura Biotech, en Puerto Varas. Los tres analizan lo positivo y lo negativo de emprender fuera de Santiago.
-¿Qué los motivó a instalar su startup en la Región de Los Lagos?
- Manuel Rozas (MR): A mí me movió la calidad de vida. Si íbamos a construir algo, quería hacerlo en un lugar donde pudiera proyectarme en el tiempo. Esa fue la razón principal. Luego uno empieza a buscar ventajas competitivas o beneficios para la empresa.
Leo Prieto (LP): Me sumo a lo que dijo Manuel. Crecí moviéndome, cambiando de casa y de ciudad, así que era natural seguir haciéndolo. No había razón para quedarme siempre en Santiago, especialmente cuando empecé a comparar. Afuera hay otra calidad de vida: menos ruido, más oscuridad, aire limpio. Tenemos un país extraordinario para vivir en cualquier parte, con ecosistemas naturales y de emprendimiento en todas las regiones.
Paolo Colonello (PC): Hace años quería vivir en el sur. Siempre venía de vacaciones a pescar hasta que un día me pregunté por qué ese debía ser mi lugar de descanso y no el de mi vida. Cuando formé la empresa con mi socio -que ya estaba viviendo acá- di el paso. Soy pesimista con Santiago, creo que esa ciudad va a morir. El cambio climático es real, Santiago está seco y el cerro San Cristóbal ya no es el mismo. Como papá, pienso en el futuro de mi hijo, que vivirá en otro siglo. Para mí, el sur es el futuro y Santiago, el pasado.
Paolo colonello, Frutillar: “Muchas startups fallan porque piensan en local (...) Desde Puerto Varas piensas en el mundo. Chile no es nuestro mercado principal, es solo uno más”.
- ¿Se han cumplido sus expectativas?
- LP: Se superaron todas. Desde que nos instalamos acá, todo empezó a funcionar mejor: los proyectos, las conexiones, los clientes. Lemu nació en Frutillar, no en Santiago, y eso se transformó en una ventaja. Estamos en la puerta de la Patagonia, al lado de laboratorios naturales. A medida que conoces el territorio, descubres su valor y sus actores.
MR: Todavía existe una mirada paternalista desde la capital, como si la fuerza de gravedad del país estuviera en Santiago. Esa idea parte mal. Me cuesta imaginar una minera o una empresa tecnológica encerrada en una ciudad así. Hay tipos de industrias que deben estar cerca de sus recursos, su entorno o su comunidad.
PC: Las empresas se definen por su mercado, su equipo y sus recursos. Como decía Manuel, si tienes una minera, tienes que estar donde está el mineral. Pero Chile, mentalmente, es una meta-región: somos el Curicó del planeta. Muchas startups fallan porque piensan en local. En Santiago puedes venderle a las empresas grandes, pero ese mercado se agota rápido. Desde Puerto Varas piensas en el mundo. Chile no es nuestro mercado principal, es solo uno más.
- Más allá de la calidad de vida, ¿qué destacan de Los Lagos para emprender?
- PC: También destacaría la densidad de talento y comunidad. En Startup Patagonia, donde participa Manuel, los encuentros reúnen a decenas de fundadores y empresas tecnológicas. Hay biotecnología, software, hardware y gente que conversa sobre mercado o capital en un café. Esa mezcla es la base de un ecosistema sano. Los ecosistemas no se hacen con infraestructura, sino con personas.
MR: Hay un tipo de mentalidad muy distinta en quienes deciden venirse a emprender al sur. Son personas que buscan algo nuevo, que dejan la estabilidad por propósito. Esa energía es lo que mueve un ecosistema.
Leo Prieto, Frutillar Leo Prieto: “La innovación no está solo en lo tecnológico, también en la agricultura (...) donde ves tractores autónomos, drones y agricultores usando Starlink”.
Además, acá están las industrias que mueven Chile, como la salmonera. Se piensa que son extractivas, pero el nivel de tecnología detrás es impresionante: genética, nutrición, logística, automatización. Eso genera innovación y empresas que nacen resolviendo problemas locales y terminan siendo globales.
LP: Exacto. Las industrias chilenas son de clase mundial porque muchas soluciones se desarrollaron localmente. Hay empresas que nadie conoce, pero que crean tecnología de frontera sin necesidad de levantar millones en capital de riesgo. Casos como Kura Biotech lo demuestran. Celebramos demasiado las rondas, cuando la verdadera noticia es qué hiciste con esos recursos.
- ¿Cómo se está desarrollando el ecosistema regional?
- MR: El sur está tomando la relevancia que merece. Es vida, bosques, cultivos, salmones, pesca. Tiene todo el sentido que el desarrollo del país venga desde acá. Llevamos años articulando esa red, y ahora empieza a visibilizarse. Lo triste es ver la falta de universidades potentes que sustrae el mejor talento a la capital y después es difícil que vuelvan. En Kura, el 80% del equipo no es de Santiago ni de la región, sino de otras partes del país. Y también hay que destacar el talento público, cuando los liderazgos regionales son buenos, el impacto es enorme.
LP: Coincido. Cuando los líderes locales son buenos, marcan una diferencia tremenda. El problema es que la mayoría de las decisiones siguen tomándose desde la capital, según su propia realidad. Nosotros trabajamos con gente en todo el mundo, pero muchos se han venido a vivir acá porque descubren que pueden hacerlo desde cualquier parte. Y la innovación no está solo en lo tecnológico, también en la agricultura, la ganadería o la lechería, donde ves tractores autónomos, drones y agricultores usando Starlink. Hay un talento local tremendo, muy conectado.
Manuel Rozas, Puerto Varas: “Hay un tipo de mentalidad muy distinta en quienes deciden venirse a emprender al sur. Son personas que buscan algo nuevo, que dejan la estabilidad por propósito. Esa energía mueve un ecosistema”.
Los desafíos
- Dejando de lado lo positivo, ¿cuáles son los principales obstáculos de innovar desde el sur?
- LP: La condescendencia capitalina. Todo se asume desde Santiago, que irás a reuniones, que las entrevistas deben ser presenciales. Eso te aísla y refuerza una caja de eco. Los medios, políticos y empresarios siguen hablando como si Santiago fuera Chile. Y lo más frustrante es ver cómo se siguen gastando fortunas en infraestructura que no resuelve nada. Tenemos un aeropuerto internacional que no tiene vuelos internacionales. De verdad, el gran desafío del país se llama Santiago.
MR: A eso se suman horas extra y costos adicionales para todo. Es un centralismo que te quita tiempo, oportunidades y energía.
LP: Y el problema es estructural, todo se sigue diseñando para la capital. Mientras en Santiago construyen líneas de Metro, en regiones peleamos por un tren diésel de 40 años. Es dramático, pero también simbólico. El gran problema de las regiones es Santiago.
- ¿Qué falta para que más startups crezcan y se consoliden?
- PC: No creo que falte algo puntual. Hay que eliminar fricciones. Alguien dijo que podríamos convertir a Puerto Varas en el “Delaware de Chile”, crear incentivos locales y marcos tributarios propios. Si una comuna lo hiciera, generaría un efecto de desarrollo enorme. No falta nada esencial, solo voluntad para facilitar las cosas y mejorar infraestructura.
MR: Sería muy triste seguir creando infraestructura en Santiago para industrias que son regionales. Además, las leyes laborales chilenas siguen pensadas para otra época. La rigidez y desconfianza con la que se regula el trabajo va en contra de las empresas tecnológicas. También cuesta atraer talento femenino senior, seguimos siendo un país machista, y muchas familias migran solo por el trabajo del hombre.
Falta un aeropuerto local con vuelos internacionales sin tener que pasar por Santiago, agregando cuatro horas a cualquier viaje.
- ¿Cómo imaginan el ecosistema de Los Lagos en cinco años?
- LP: Seguirá creciendo al ritmo de hoy, siempre ha habido una efervescente comunidad emprendedora y no hay señales de que eso vaya a cambiar. Lo lindo es que más encima las más destacadas son en su mayoría de base científica, ojalá siga siendo una de las distinciones.
MR: Soy optimista. Hay una energía potente, talento y colaboración. Cinco años son poco, pero el rumbo está claro y el impacto será profundo.
PC: Imagino un ecosistema mucho más articulado y visible. Veremos más startups ligadas a los sectores productivos de la región -acuicultura, alimentos, turismo sostenible, energías renovables- apoyadas por aceleradoras, fondos y universidades que aporten profundidad tecnológica.
Y lo más relevante es que los casos de éxito de empresas con clientes internacionales marcarán un precedente y atraerán a nuevas generaciones de emprendedores que construirán sobre lo logrado, posicionando a Los Lagos como un polo de innovación con impacto global.
- Para terminar y en una frase: lo mejor y peor de emprender desde regiones.
- PC: Lo peor es la desconexión con las raíces que siguen en Santiago. Pero lo mejor es el lugar. Vivo en Frutillar y trabajo en Puerto Varas; ese trayecto de 25 minutos mirando el volcán y el lago es un lujo.
MR: Lo peor es lidiar con este país que se cree ciudad. Lo mejor es la vida acá. En Santiago uno sale del trabajo a descargarse; acá, uno se recarga. Miro por la ventana y me conecto con lo importante. Estar cerca de la naturaleza es literalmente sanador.
LP: Lo mejor es la calidad de vida, trabajar rodeado de la más espectacular naturaleza. Lo peor es que nuestros impuestos se los gastan todos en Santiago y a nosotros nos llegan las sobras.
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