En marco de una nueva política comercial, Instagram comenzará a sacarle provecho económico al comportamiento de sus usuarios.
Con esa idea en mente, la aplicación propiedad de Facebook venderá información de gustos, tipos de retoques fotográficos usados, edades, sexo y otros datos de sus usuarios para fines publicitarios.
En el caso de las fotografías, estas también podrán ser utilizadas comercialmente y los dueños de estas no recibirán compensación económica, aunque sí seguirán siendo los dueños.
Y aunque la medida resulta poco equitativa, pues sólo Instagram recaudará dinero, la aplicación aclara que si algún usuario se siente disconforme con esta nueva política puede eliminarse del registro y dejar de usar el filtro fotográfico.
Según se informó en el blog oficial, estos cambios comenzarán a operar desde el 16 de enero del próximo año y no tendrá distinciones entre usuarios, pues hay que recordar que la aplicación permite incluso la inscripción de niños de 13 años.