Weidmann, el banquero con cara de niño que le hace frente a Merkel


Cuando la canciller alemana Angela Merkel anunció la designación...

Por: | Publicado: Lunes 6 de agosto de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Quentin Peel en Berlín



Cuando la canciller alemana Angela Merkel anunció la designación de Jens Weidmann (44), su asesor económico, como presidente del Bundesbank en febrero de 2011, el shock en el establishment alemán era evidente.

No sólo porque el personero con cara de niño –el presidente del banco central más joven de Alemania– no se ajustaba a la imagen de sus predecesores. La verdadera preocupación era que, como uno de los asociados más cercanos a la canciller, estaría menos dispuesto a defender la autonomía de la institución que encarna la disciplina monetaria de Alemania.

El diario de negocios Handelsblatt publicó una caricatura de una maternal Merkel acunando una muñeca con la cara de Weidmann en una caja rotulada Bundesbank. Y acompañó el dibujo con una editorial que advertía que el “Santo Grial” de la independencia del banco central estaba en peligro.

Dieciocho meses después, esa percepción ha cambiado. Lejos de ser un títere de la canciller, Weidmann se ha convertido en un crítico cada vez más abierto de los esfuerzos por contener la crisis de la eurozona, en su rol como uno de los principales miembros del consejo del Banco Central Europeo.

La semana pasada advirtió públicamente contra la posibilidad de que el BCE se exceda en su mandato. Criticó la idea de usar fondos de la entidad para comprar bonos soberanos en el mercado abierto, sólo días después de que Merkel parecía haber dado su venia para que Mario Draghi, el presidente del BCE, hiciera “lo que fuera necesario” para defender a la eurozona.

El jueves, Weidmann fue una de las voces disidentes al último plan de Draghi, que abriría el camino para que el BCE retome la compra de bonos de países en dificultades que firmen las condiciones impuestas por el fondo de rescate.

La pregunta es si el hombre de Merkel se ha convertido repentinamente en su “Thomas à Becket“ el lord canciller inglés del siglo XII nombrado Arzobispo de Canterbury por Enrique II para frenar el poder de la Iglesia y que luego se convirtió en su principal defensor.

“Ha devuelto al Bundesbank a su antigua tradición”, dijo Thomas Mayer, asesor económico de Deutsche Bank. “Se ha estado resistiendo a los cancilleres desde Konrad Adenauer… y el banco normalmente es el que gana”.

Aunque Weidmann, un hombre de ademanes suaves, difícilmente se ajusta al modelo del enérgico defensor de la fe puramente monetarista, ha tenido una influencia crucial en la respuesta de la canciller a la crisis, recomendando involucrar al FMI en Grecia pese a la fuerte oposición del ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble.

Bert Rürup, jefe del Consejo de Asesores Económicos cuando Weidmann era secretario, una vez dijo de él que “había sido amamantado con política monetaria desde la cuna”. Y lo calificó como un “negociador hábil y resistente al stress” oculto tras una encantadora sonrisa. Un ex embajador francés que negoció con Weidmann la propiedad del conglomerado aeroespacial EADS lo retrató como “un puño de hierro bajo un guante de terciopelo”.

“Siempre fue bastante duro, incluso cuando trabajaba con la canciller”, dijo un antiguo conocedor del Bundesbank que asegura que ambos compartían la misma cautela. “El fue el principal arquitecto de su enfoque paso a paso”.

Pese a su impensada ingobernabilidad, Mayer cree que el rol que Weidmann está jugando ayuda tanto a la canciller como a Draghi. “Ha logrado reestrablecer al Bundesbank como la conciencia de la unión monetaria europea y el guardián de la herencia del marco alemán. La gente en Alemania estaría mucho más nerviosa si no existiera”.

Por eso la canciller Angela Merkel probablemente no repetirá las palabras que se le atribuyen al Rey Enrique II: “¿Acaso nadie puede librarme de este turbulento sacerdote?”

Lo más leído