La baja producción, salarios estancados y cientos de miles de
pérdidas de empleos ya lo evidenciaban, sin embargo, ayer se confirmó:
Estados Unidos entró en una recesión hace un año, según informó ayer el
organismo que determina los ciclos económicos en ese país.
La
declaración fue realizada por el Comité de Establecimiento de Ciclos
Económicos de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, su
sigla en inglés), un grupo privado de economistas con sede en
Massachussets. La última vez que Estados Unidos estuvo en recesión fue
entre marzo y noviembre de 2001, según la NBER.
El comité
destacó que las caídas en la mayoría de los principales indicadores,
como los ingresos personales, la actividad manufacturera, las ventas
minoristas y la producción industrial, “coinciden con el estándar de
una recesión”, según dijo el grupo en un comunicado en su sitio web.
Esta sería la vigésimo tercera recesión desde el comienzo del siglo XX.
“Muchos
de esos indicadores, incluyendo el principal componente del PIB, el
consumo, han caído bruscamente en los últimos meses”, dijo el grupo en
un comunicado.
La duración del ciclo de expansión de 73 meses
consecutivos, desde noviembre de 2001 a diciembre de 2007, fue menor
que el ciclo previo, que duró un récord de 10 años. Con una duración de
doce meses, la contracción actual ya es más larga que la última, que
cubrió ocho meses entre marzo y noviembre de 2001.
Aunque una
recesión usualmente es definida como dos trimestres consecutivos de
contracción sucesiva del PIB, el comité privado no se apoya en ese
dato para calificar una recesión, ya que sus miembros se enfocan en los
cambios mensuales en la economía. Así, la pérdida de más de 1,2 millón
de empleos en los primeros nueve meses del año fue el principal factor
que determina el comienzo de la contracción, según el organismo.
“Una
recesión es una caída significativa en la actividad económica extendida
por la economía, que dura más que un par de meses, normalmente visible
en la producción, empleo, ingresos reales y otros indicadores”, informó
el organismo.
Como resultado, la NBER espera hasta que haya
evidencia de una amplia y duradera caída antes de declarar el comienzo
de una recesión. Desde 1945, ha habido diez ciclos económicos, el
promedio de duración de una recesión es de diez meses, mientras el
promedio de una expansión ha sido de 57 meses.
La economía
estadounidense se contrajo a una tasa de 0,5% en el tercer trimestre
después de expandirse 2,8% en el trimestre anterior. Los economistas de
Goldman Sachs y Morgan Stanley están entre los que proyectan que la
economía se contraerá a un ritmo de 5% este trimestre, informó
Bloomberg.
El comité es integrado por siete miembros, ya que
la economista Christina Romer renunció el 25 de noviembre al ser
nombrada por el presidente electo, Barack Obama, para la dirección del
Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca. La decisión sobre la
recesión anunciada ayer fue tomada el viernes.
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